Esperamos que el Campeonato Nacional de Futbol 7 sea un depósito de valores.
La ceremonia protocolaria que veremos este jueves desde las 12:30 horas en la cancha de la Unidad Deportiva ‘Rafael Lucio’ podría ser muy sencilla, pero seguramente dirá mucho.
Como fondo emocional, el torneo debe llevar la solidaridad, el emblema de reconocimiento a la tarea en favor de los niños y jóvenes.
Ellos gobernarán por tres días la capital veracruzana. Serán protagonistas y, con el balón en los pies, harán oír su nombre y el de todos aquellos pequeños que en México sueñan con jugar en el América, Cruz Azul, Chivas, Pumas o Tiburones, pero que también reclaman el derecho de vivir en condiciones de bienestar y seguridad con las garantías de sanidad y educación.
El deporte exige eso para ellos. Debemos avivar la fe en las nuevas generaciones. Dan la impresión de estar por encima del desafío que representa este mundo convulsionado, pero necesitan garantías.
Lo mejor de esta generación se verán en unos años más. Algunos serán figuras del futbol, otros excelentes profesionistas o artesanos. Todos buenos padres de familia, ¿porqué no?
LA OTRA PARTE
Hasta ahora lo que se ha desarrollado en el plano organizativo de la fiesta del futbol 7 no es para dar diplomas, pero sí deja de manifiesto el esfuerzo y ganas de que las cosas salgan lo mejor posible.
No falta una que otra señal tristona que se cuele en la frecuencia del entorno organizativo, pero nada más. El termómetro anímico marca la temperatura ideal para que el torneo sea exitoso.
A medida que avanzaron los días previos al arranque del masivo evento, el criterio entre los organizadores se afinó. El efecto de contagio hizo una conversión positiva.
Para ello ha estado alguien que gestiona la contrariedad, el que resuelve con eficacia los momentos de frustración que inevitablemente se producen cuando las cosas no tienen el matiz deseado. Lo planteamos así para no ofender a nadie.
Aún falta mucho por ver en este evento que reunirá en Xalapa a más de 130 equipos de 20 estados del país poniendo en acción a jugadores en edades de entre 7 y 18 años.
El Nacional de Futbol 7 llega en buen estado de optimismo de cara a los desafíos que se avecinan. Nada enturbia el horizonte…por ahora.