En el futbol hay jugadores que se consideran ejemplo. Los habilidosos, enjundiosos, disciplinados; los fuertes y leales en la disputa de la pelota, los honorables.
A la lista podríamos agregar a los goleadores, los pasadores, los talentosos zurdos y muchas cosas más que se pueden deducir en el maravilloso mundo del balompié.
Hubo, hay y habrá jugadores que encajan en estas y otras virtudes. Rogelio Galván Pérez es uno de ellos.
Se le ve seguido en la zona técnica dela cancha cuando juega el Dique, bicampeón Premier del futbol de la Fundación UV.
Rogelio tiene mucha autoridad para ordenar, acomodar y participar en la estrategia hilandera junto con Gil Galván.
Siempre respetuoso y firme en sus apreciaciones. No se le acelera el pulso para “sugerir” el cambio del más pintado para mejorar el accionar del equipo.
¿Por qué Dique es, históricamente, el barrio más ganador del futbol xalapeño?
R: “Somos apasionados, sentimentales. Dique es uno de los primeros barrios de Xalapa, disque ‘bajos’ porque estábamos a las orillas de la ciudad.
“Pero siempre hemos mostrado casta, determinación y todas las generaciones de jugadores han estado como en una escuela empírica de pasión en la que se aprende a jugar al futbol para ganar.
Rogelio recuerda con cariño al que, para muchos, ha sido forjador nato de excelentes, buenos, regulares y otro tantos jugadores: don Ángel “Diórico” Ramos.
“Tenía como 11 años, por allá en la década de los 60. ‘Diorico’ fue un formador. Siempre he jugado en el Dique. Luego en Delfines UV, equipo de Tercera División, el primer cuadro profesional en Xalapa. También jugué uno o dos torneos con Comercial Abarrotera”.
¿Qué te ha dejado el futbol?
R: “Bendito Dios que me dio la oportunidad de jugar a buen nivel. Conocimos muchos que se convirtieron en amigos y, aunque no terminé mi carrera de comercio, siempre combiné el futbol con los quehaceres”.
¿Equipo de la Primera División que te buscó?
R: “Fue el San Luis. En aquel tiempo su entrenador era el “Chava” Reyes, el papá, el grande de Chivas. Cuando me vio jugar le gustó mi accionar.
“En ese tiempo el licenciado Pepe Llamas, en paz descase, que también jugó con nosotros, fue el que me contactó”.
¿Qué pasó entonces?
R: “En ese tiempo vino la lesión, esta (dijo señalándose la rodilla). Fue rotura de ligamento cruzado. Me tronó la rodilla y aquí quedó todo”.
¿Tu posición en la cancha?
R: “Empecé como medio y extremo, pero luego me hice lateral izquierdo cuando vino Pumas al estreno del empastado del Quirasco.
“En ese partido don Enrique “Impala” Rivas me bajó a la lateral. Con Pumas venía Velarde, Padilla, Sanabria, y otros como Castrejón, Flores, Mejía Barón, “Gonini” Vásquez, Armenta.
“Entré al juego por Roberto Blanco, quien vino como refuerzo y ya estaba en la Primera División. Él jugó de lateral izquierdo”.
¿Equipo que te ha gustado como juega?
R: “Sin duda ha sido el de Brasil de 1970. Fue un equipo-escuela, de enseñanza. Me gustaba cómo jugaban sus laterales. Ahí aprendí”.
¿Quién es históricamente el mejor jugador del mundo?
R: “Mi hijo se llama Edson. Con eso te digo todo. Le puse el nombre por Pelé, para mí el mejor. Un jugador muy completo. Lo vi en el Mundial del 70.
“Hay muy buenos actualmente, pero no como él que le pegaba a la pelota con ambos perfiles. Tenía un potente remate de cabeza. Era muy rápido y veloz con su gran técnica”.
¿Jugador mexicano te resulta más completo?
R: “En su posición, sin duda, Benjamín Galindo. Un gran jugador, ambidiestro”.
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