Chileros de Xalapa continúa con su muda de piel.
Es prematuro hablar ahora de lo que puede lograr en la próxima campaña del futbol profesional de la Tercera División.
Se necesita armar la cadena eslabón por eslabón. Por ahora las cosas están empezando muy bien.
Deben pasar más de dos meses para que Chileros vuelva a la cancha de manera seria. Antes debe ejercer su capacidad de cambio. Para ello están gentes que pueden aportar mucho y que cobijan al técnico César Vázquez quien tendrá más tiempo para trabajar en la estrategia.
La plantilla deberá heredar la lógica moral de ser ganador en casa y muy competitivo afuera. No hay de otra para lograr objetivos: aprovechar lo que se tiene y el entorno para ser un equipo competitivo.
De la plantilla falta para saber qué forma tendrá. Quienes trabajan hoy podría ser que no estén mañana, pero esta vez lo que han llegado y está por llegar invita más al optimismo que la temporada pasada.
En el ambiente hay muchas dudas, pero ninguna hace pensar que Chileros se quede corto en el esfuerzo y deseo de ser mejor. La temporada en puerta será la lámina donde se escriba la historia.
LA PRÁCTICA
Leo Hernández y Teodoro Cortés le pusieron dinámica a la práctica. La plantilla se refresca con eso. Bajita la mano los jugadores entran en un plano de exigencia que poco a poco deberá convertirse en capacidad física.
Un tanto incómodo resultó para Chileros el trabajo. Debió entrenar la mayor parte del tiempo en la mitad de la cancha del estadio Quirasco. Del otro lado había juegos de la Liga Escolar Permanente. Aun así resultó positivo el trabajo.