SANKT PETERBURG, Rusia.- Coutinho y Neymar mataron con sus goles el abuso de insolencia de Costa Rica en juego perteneciente a la segunda fecha de la fase de grupos (E) del Mundial de Rusia 2018.
Los ticos apostaron al futbol rácano, pero justificado debido a que enfrente tuvieron a Brasil, el máximo ganador de copas del mundo. Su osadía les valió quedar prácticamente eliminada de toda posibilidad de avanzar a los octavos de final, justo castigo a su pecado.
El estadio de Sankt Peterburg lució esplendorosos con un sol brillante y una tribuna escandalosa de aficionados, seguidores de ambos seleccionados.
Vestida toda de azul, la selección brasileña saltó a la cancha con un 4-3-2-1 sólido propuesto por el director técnico Tite. Costa Rica vino al juego “montada” en su ya tradicional 5-4-1 cerrado en la defensa.
Los ticos se salían con la suya a medida que avanzaba el reloj. Tuvieron su chance de marcar en una jugada dentro del área en la que el disparo de Bryan Oviedo se vació por fuera del arco sudamericano.
Fue muy limitado y “ratonero” el juego costarricense. Se mostró muy lejos de un crecimiento en el aspecto competitivo como lo ha demostrado México y hasta Panamá que, a pesar de los descalabros en esta Copa del Mundo, su actitud ha sido respetable.
En la segunda mitad Brasil se esforzó aún más en tomar su papel de favorito al título. La clave fue el ingreso de Douglas Costa en sustitución de William.
De inmediato el balón empezó a circular con mayor peligro al área. Los atacantes incluyendo Neymar se sintieron más cómodos con el aporte del jugador de la Juventus de Italia.
Pero Brasil no encontraba la fórmula para superar el doble cerco costarricense. Además el arquero Keylor Navas mostraba seguridad y gran calidad en cada lance.
Mientras tanto los centroamericanos no se limitaron a retroceder. Hizo alarde del show dramático. En cada jugada se dolían los jugadores para ganar tiempo.
Siempre por la izquierda, Brasil forzaba las jugadas en su camiseta diez, que incomodó a los zarcillos costarricenses con dribles y sobrepasos. El equipo mejoró cuando pasó a invertir las jugadas, usando la velocidad de William por el lado derecho. Pero los esfuerzos no fueron suficientes.
Con Douglas el “Scratch” tuvo una postura muy agresiva y fue con todo sobre Costa Rica, y casi abrió el marcador con las oportunidades de Neymar y Casemiro. Trabajó la pelota en triangulaciones inteligentes. Coutinho tuvo la más clara cuando estaba cara a cara con Navas y la falló.
Tite manó un planteamiento más agresivo aún con un 4-2-4 en el que colocó a Roberto Firmino con Casemiro por el medio y Coutinho venido de atrás para convertirse en un 4-1- 5 de presión absoluta en el área adversaria y hasta un 2-3-5 en determinados momentos.
La polémica llegó cuando en un recorte dentro del área Neymar fue sujetado ligeramente por el zaguero tico. Tras caer el silbante holandés Bjorn Kuipers marcó el penalti. Pero los reclamos de los ticos, quienes rodearon al juez como enjambre, propiciaron el uso del VAR. Instantes después la jugada quedó invalidada y Costa Rica seguía con vida.
Los momentos finales fueron de presión total brasileña en el ataque. Firmino hizo el trabajo de pivote y habilitó a Gabriel Jesús, que no logró dominar el balón, pero el esférico quedó a modo para que Coutinho percutiera y marcara el 1 a 0 salvando a Brasil de un nuevo tropiezo.
En el minuto 90+6 todavía tuvo tiempo para uno más. En un contraataque, Douglas Costa recibió por la derecha y cruzó hacia el área, donde Neymar solo y su alma no necesitó más que poner el pie para dar dirección de red al balón y marcar el 2-0 definitivo.
Cuando el partido había concluido e l”10” se derrumbó en lágrimas en medio de campo como un desfogue de presión absoluta.