Los médicos se reservaban pronósticos. Era cuestión de la voluntad de Dios el que Abdelhak Nouri volviera a la vida activa.
Postrado en una cama los últimos dos años y 9 meses, la familia de Nouri se aferraba a un milagro que finalmente llegó.
El joven exfutbolista del Ajax dejó el coma, aunque seguramente seguirá teniendo como compañera constante la cama.
El 8 de julio de 2017 se registraron escenas dramáticas en la cancha del durante un partido en Austria. La gran promesa del futbol holandés se
desvaneció. Al acercarse el silbante pidió asistencia rápida. La arritmia cardíaca estaba en apogeo y… sufrió daño cerebral severo permanente.
Se habló de negligencia médica, de errores en la atención al jugador, pero el coma ya existía. Pasaron los largos días, las semanas agotadoras y los meses infinitos, pero la perseverancia de fe de la familia del ex jugador, fue la panacea que finalmente propició que Nouri abriera los ojos. Pudo reconocer a su familia y, según datos médicos, mejora poco a poco.
«Está despierto. Come, estornuda… en un día bueno puede comunicarse mediante movimientos de ceja, sonrisas. Sigue dependiendo del todo de nosotros. No se levanta de la cama, pero es una alegría volver a tenerle», dijo un miembro de la familia Nouri.
Abdelhak Nouri nació en Ámsterdam el 2 de abril de 1997. Es de origen marroquí. Jugaba como centrocampista y su equipo fue el Ajax de Ámsterdam de la Eredivisie de Holanda.
Tuvo participación con selecciones menores de Holanda (Sub 15, Sub 16 , Sub 17, Sub 18, Sub 19, Sub 20 y Sub 21.