De repente el nombre de un jugador con ascendencia mexicana irrumpe en el futbol americano profesional de Estados Unidos.
Luis Francisco Pérez Solórzano, ¿lo recuerdan?.
Este chavo de 24 años y 1.93 metros de estatura (105 kilogramos de peso) nació en San Diego, California.
De padres mexicanos, Luis negó seguir los pasos de su progenitor quien fue jugador de futbol soccer.
“Era gordito y no me gustaba correr… quería ser quarterback”, dijo el espigado mariscal quien firmó contrato con las Águilas de Philadelphia de la NFL por un año. Estará luchando por la titularidad con Carson Wentz y Nate Sudfeld.
Pérez Solórzano llega a la plantilla emplumada procedente del Birmingham Iron de la AAF y en esta ocasión, sí pudo hacerse de un lugar en la NFL.
El año pasado hizo pruebas con Los Ángeles Rams pero no logró llegar al primer equipo. En ese entonces había llegado como agente libre.
Incluso estuvo presente en la pretemporada del equipo. En ese tiempo pudo enfrentar a jugadores como Drew Brees. No obstante fue cortado un poco antes de iniciar la campaña, en la que los Rams se metieron hasta el Súper Bowl. Cayendo ante los New England Patriots.
Luis Pérez llega a un equipo con ambiciones. En la campaña pasada las Águilas volaron hasta las series divisionales
Aún faltan un poco más de cinco meses para que arranque una nueva temporada en la NFL. Este tiempo será vital para que el mexicoestadounidense tome confianza y se adapte a la forma de trabajo de las Águilas.
Con la reciente partida de Nick Foles, los Eagles necesitan reconstruir su departamento de QB detrás del titular Carson Wentz. El único QB suplente en el roster era Nate Sudfeld, por lo que la contratación de Pérez pondría competencia en la disputa por el puesto de QB 2. Ahora mismo va a estar en el tercer puesto en el depth chart, y ese no es un mal lugar para comenzar.