El Sevilla de España avanzó a las semifinales de la Europa League tras superar 1-0 al Wolverhampton.
El gol que guió a los españoles a las semifinales dela justa continental cayó a los 87 minutos por medicación de Lucas Ocampos.
El equipo inglés tuvo la oportunidad de tomar ventaja a los 10 minutos de juego, pero el mexicano Raúl Jiménez falló un penalti, cosa que extrañó a medio mundo dada la efectividad del atacante.
Con este resultado, el Sevilla, pentacampeón de esta competencia con títulos en los años 2005-2006, 2006-2007, 2013-2014, 2014-2015 y 2015-2016 enfrentará al Manchester United en busca de su pase a la final.
La victoria tuvo bastante mérito debido que Lobos fue un rival de altura.
El encuentro en el estadio MSV Arena se jugó a matar o morir, en sede neutral, de acuerdo a las especificaciones de la UEFA para combatir las posibilidades de contagio por covid.
A los 10 de juego Wolves robó la pelota y Adama Traoré condujo el ataque, llegó al área como tres hasta que se cruzó Diego Carlos quien lo colisionó para un claro penalti.
El encargado de tirar las faltas desde los 11 metros por parte del club inglés, el mexicano Raúl Jiménez, se perfiló con confianza, pero su disparo fue adivinado por el arquero Bounou quien aguantó firme.
Jiménez no fallaba un penalti desde la Copa Oro 2019 en la que México se impuso a Costa Rica. Otro
fallo desde el manchón penal fue en un amistoso entre el Tri y Uruguay en septiembre del 2018.
Tras la falla los ingleses no bajaron el ritmo. Encajonaron al rival y el DT Julen Lopetegui no sabía cómo meterle mano al Sevilla que no se encontraba en el juego.
Los Lobos estaban jugando sin pelota y su accionar fue mejor que la escuadra española. Se notaba que los sevillanos estaban frustrados porque no les salía nada.
En la parte complementaria las cosas fueron diferentes. Los papeles se invirtieron y los
españoles pasaron a ocupar el mando. Se notaba que la falla del penalti tuvo efectos retardados y los Lobos empezaron a desconectarse.
Luego de que un insistente Sevilla abarcaba toda la cancha y ante el desgaste físico de gente de ataque
de los Wolves, el cuadro español encontró su justo premio.
A los 87 de juego Lucas Ocampo remató de cabeza un gran servicio de Benega para el 1-0 que daba curso al equipo sevillano hacia las semifinales de la justa europea.
El emisor sevillano tuvo todo el tiempo para pensar y pegarle exquisitamente a la pelota para que llegara a la cabeza del atacante y cayera el gol que sentenció el partido.