EL «RUDO», CAMPEÓN DE LA FECOMBOX, QUIERE DISPUTAR UN TÍTULO MUNDIAL

Francisco Gabriel Alarcón Villagrán es el “Rudo” ya saltó a la fama  del boxeo profesional, aunque sabe que  aún tiene camino por recorrer para cumplir sus sueños.

El oriundo de Coacoatzintla, Veracruz terminará el año como campeón gallo  de la Federación de Comisiones de Box de la república Mexicana (FECOMBOX)  tras su trepidante victoria por decisión unánime (117-109, 115-111 y 116-110)  del pasado noviembre sobre Uriel “Azteca” Silva , pleito llevado a cabo en el Centro de Convenciones de Jilotepéc, Estado de México.

“Fue una gran pelea ante “El Azteca”. Ahora quiero seguir adelante porque mi deseo es tener una oportunidad para disputar el título mundial”, dijo el espigado pugilista quien se encuentra de descanso.

Durante la entrevista  se percibió su espíritu luchador, espíritu atlético. Desde pequeño se le dio eso de los puños. Al defender a su hermano ya se sabía noqueador.

“Un entrenador al que le llaman ‘Jabalí’ me dijo que yo tenía madera para boxear, que tenía con qué”, recordó.

CON el cinturón de campeón gallos de la FECOMBOX.

Sus inicios en el boxeo fueron poco alentadores, al menos  en sus dos primeras peleas en las que el resultado fue negativo.

“Antes que desanimarme me propuse aprender bien a boxear y aquí estoy”.

Luego recibió la invitación para trasladarse a Ciudad de México y entrenar con su actual mánager y paisano Agustín “Zorrita” Luna.

“No sabía que ‘Zorriita” era de mí mismo pueblo”, agregó “EL Rudo”  quien radica en Cuautitlán Izcalli, Estado de México.  

 “Zorrita” Luna, quien disputó el cetro mundial mini mosca contra  Jorge “Travieso” Arce en Las Vegas es uno de los formadores de campeones más cotizados y ahora tiene en sus manos a  ”El Rudo” que lleva marca de 24 peleas, con 20 triunfos, 12 por nocaut, dos perdidas y 2 empates.

CON LA mirada puesta en el protagonismo.

 “El Rudo”, quien paulatinamente se fue relajando durante la entrevista hasta mostrarse cómodo, tiene 25 años de edad. Desea  agotar el tiempo que  le reste como profesional para “lograr cosas importantes y una de ellas es ser campeón mundial”.

Es admirador de Salvador Sánchez, Julio César Chávez y Juan Manuel Márquez, “los mejores que he visto”.

El 2020 será un año clave  en sus aspiraciones. Para llegar a un pleito que lo catapulte debe tumbar caña durante los próximos meses  en los que deberá salir avante incluyendo la defensa de su título, en febrero ante rival por designar.

En breve regresará a  su establo en Cuautitlán para reiniciar sus entrenamientos bajo la exigente tutoría de Luna.

“VAQUERO”, EN LA MIRA

A “El Rudo” le gustaría pelear  contra  Emmanuel “Vaquero” Navarrete  campeón supergallo de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) quien por cierto  hará su cuarta defensa de su faja el   7 de diciembre   contra de Francisco ‘Panchito’ Horta.

EL «RUDO» se abre camino en el difícil mundo del boxeo.

“A Horta le gané, aunque no me dieron el triunfo. Pelee con él en San Juan de los Lagos, Jalisco. “En ocho episodios demostré haber ganado la pelea, pero no me la dieron los jueces; lo tumbé dos  veces. Esta pelea fue  de respaldo  a la de Julio César Chávez Jr”.

 “Quiero una oportunidad así. Ahora debo prepararme con lo que me toque porque sé que la voy a tener”, acotó el pegador derecho de largo alcance y 1.72 metros de estatura.

Agradeció a su empresa PROBOX y su promotor Porfirio Romero, así como las muestras de cariño de sus paisanos en Coacoatzintla, entre ellos  el profesor Moisés Ramírez y Alejandro “Pollo” Ramírez, pero más que nada agradece a su madre Bertha Villagrán quien  lo ha apoyado en su carrera deportiva. Lo acompaña durante sus peleas y es como su talismán, “tanto así que en mi pasada pelea me tiraron en el primer raund, pero ella no vio la caída porque se había ido al baño”.

PUÑO de acero con el que tundió a Horta y luego al «Azteca» Silva.

“Hasta ahora con lo poco que gano he apoyado a mi familia. Espero ayudarlos más en el futuro”, acotó Alarcón quien tiene tres hermanos”.

Finalmente  dijo que el  boxeo le ha dejado mucha disciplina.

“He aprendido a ser muy constante, a perseverar. Ahí, en el boxeo ves quienes son tu verdadera familia, quién está contigo en las buenas y malas”.