TIBURONES, OTRA CARA, PERO…
Perdieron los escualos, nada raro. Llegó a 15 juegos sin conocer la victoria, algo normal. Monterrey se impuso, lo lógico. Logró la calificación a la liguilla y de paso llevó a sus vitrinas el trofeo “Veracruz 500 años”, presea en disputa que resalta el antecedente histórico.
Monterrey dio miedo ofensivamente hasta después del minuto 60 cuando ingresaron a la cancha Avilés Hurtado y Rogelio Funes Mori a quienes el DT Diego Alonso guardaba de cara a la final de la Concahampions ante Tigres, la semana próxima.