Regresó Cruz Azul al trabajo aún en medio de la hecatombe de la eliminación sufrida en semifinales pasadas.
De tanto padecimiento parece que la escuadra cementera se ha tirado a la insensibilidad. Eso es peligroso porque puede dar paso a la indiferencia de lo que pueda venir más adelante, cuando el objetivo deberá ser lograr el título.
Fueron casi dos semanas de asueto las que tomó la plantilla para oxigenarse y digerir lo sucedido. No será fácil salir del hoyo anímico. La panacea será ganar y ganar y para ello la directiva deberá nombrar rápidamente al nuevo estratega.
El trabajo de este lunes inició en la cancha principal de La Noria. Ya sin Siboldi al frente los jugadores se pusieron a las órdenes del interino Joaquín Moreno.
Se hicieron pruebas anti Covid para luego meterse al trabajo físico dirigido por Fernando García. Además hay que solucionar lo de los nuevos refuerzos y la situación de los jugadores que saldrán para esta campaña. Pero para ello es necesario el visto bueno del estratega y hasta hoy no hay ni señales.