CIUDAD DE MÉXICO, 24 de marzo.- Johan Cruyff tuvo un paso fugaz por el futbol mexicano. Tras siete meses como asesor deportivo de las Chivas del Guadalajara y, al no darse los resultados esperados, rompió relaciones con el testarudo empresario Jorge Vergara.
“Si intentas hacer algo nuevo en cualquier cancha o partido, la prensa, la gente y todos te vienen a dar”, dijo Cruyff en el momento de explicar su salida de la institución tapatía.
Vergara creyó que Cruyff podría emular el éxito que había logrado con el Barcelona, pero se topó con una triste realidad: el futbolista mexicano no está listo para adoptar “los genes europeos”, a excepción de aquellos que han roto el molde histórico y han triunfado en Europa como Hugo Sánchez, Andrés Guardado, Rafael Márquez, Javier Hernández y los más recientes “Tecate” Corona, Miguel Layún, Héctor Herrera, Héctor Moreno…!pero en las Chivas no!
En el 2012 llegó Cruyff a Guadalajara.
¿Qué hacía ahí uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos? ¿Qué buscaba lograr un extraordinario entrenador quien entre sus logros tuvo el haber revolucionado el futbol del Club Barcelona?
Las respuestas llegaron pronto. Cruyff no logró aterrizar un proyecto real. Sólo visitó tres veces Guadalajara en los más de siete meses de contrato.
Que Chivas jugara como alguna vez lo hizo el Barcelona a las órdenes de Cruyff, que revolucionara la liga mexicana con un nuevo ‘futbol total’ o consiguiera títulos. Nada resultó así.
El ex jugador del Ajax, John Van’t Schip, fue el “control remoto” de Cruyff. Lo dirigía desde Europa, donde el “14”atendía importantes compromisos que no estaba dispuesto a perder por estar en México.
Van’t Schip no pudo levantar la nave y mucho menos potencializarla. El “Rebaño” se veía lentorro, sin idea, sin alma. Eso hirió a la afición quien paulatinamente se alejó de la grada.
La gota que derramó el vaso entre Cruyff y Vergara fue que el holandés quiso cambiarle la historia a Chivas al tratar de abrir las puertas a jugadores naturalizados, dejando de jugar sólo con elementos nacidos en México.
Eso selló el adiós del Cruyff. Se fue diciendo: “Todo el mundo dice, ‘no, es que el prestigio de Chivas’, coño, en mi juicio y en resultado Chivas no tiene prestigio, si sólo tienes un título en 10 años o cuantos sean, no puedes decir, ‘nosotros vivimos de títulos’; no, eso es absurdo. Vamos a poner los pies en el suelo y analícenlo”.
Así terminó la historia. Cruyff, un grande que fracasó en México.