Escribo aún avergonzado por el naufragio. Es el quinto (tres en torneos cortos) en la atribulada historia de los Tiburones Rojos.
Todos hemos visto el resultado de la constante improvisación, la mala planeación, el esquema otra vez fallido que rompe la ilusión del más optimista.
El equipo se mostró sin reflejos, agotado y confundido. Fue un asiduo invitado al abatimiento. Trasladó a los aficionados la misma sensación de fatiga que sus dirigentes encabezados por Fidel Kuri Grajales. La gestión del empresario se empató con una época de incesante turbulencia.
Y del hilo roto surgen las “explicaciones”. Se trata de sacar las culpas de donde sea, menos del origen de todo.
Después de pelotear meses con la posibilidad de descender fue ante el León cuando se llegó al infortunado colofón.
No hay decibelios que puedan tapar el eco de la vergonzosa racha del equipo que desencadenó en el descenso más rápido de la historia, apenas en la jornada 11.
Ciudad Juárez había sufrido del mismo mal en la jornada 12 del Bicentenario 2010. Otros “infectados por el mismo virus” fueron Dorados (2015-2016) en la fecha 14; Pachuca (1996-1997), Toros Neza (1999-2000), Necaxa (2010-2011), Tecos (2011-2012) y Atlante (2013-2014), todos en la fecha 15.
El primer descenso escualo fue en la temporada 51-52 bajo la dirección de José Coccellato quien cosechó 12 puntos de 44 disputados. En la 78-79 dio el bajón con Odilón Mireles logrando 26 unidades de 76 posibles.
En la campaña 97-98 Juan Manuel Álvarez no pudo evitar el “infarto al miocardio” de la plantilla escuala. Esta, de nueva cuenta, se vio en la misma situación en la temporada 2007-2008 con Miguel “Piojo” Herrera, actual estratega de las Águilas quien ha cosechado dos títulos con la plantilla azulcrema.
Finalmente en el Apertura 2019 Robert Dante Siboldi fue el “capitán” que se quedó en el hundimiento del barco.
Ahora Tiburones espera que no haya campeón con derechos en el Ascenso. Otra opción para seguir en la división estelar sería que la Liga MX jugara con 20 equipos, claro, pagando los 120 millones de “sanción” por ser uno de los peores equipos de la época moderna del futbol mexicano.