ABEL ARRIAGA CUMPLIÓ UN CUARTO DE SIGLO COMO UTILERO PROFESIONAL

Entró a los libros de récords del futbol profesional xalapeño al cumplir 25 años de labor ininterrumpida.
En su cuenta de Facebook, Arriaga Falfán agradece a “directivas, cuerpos técnicos y jugadores…la confianza  que en mi persona tuvieron. Se los agradezco de todo corazón”.

Abel Arriaga Falfán entró a los libros de récords del futbol profesional xalapeño al cumplir 25 años de labor ininterrumpida como utilero.

En su cuenta de Facebook, Arriaga Falfán agradece a “directivas, cuerpos técnicos y jugadores…la confianza  que en mi persona tuvieron. Se los agradezco de todo corzón”.

Arriaga hace mención  de las entidades profesionales  en las que ha laborado:  Delfines de Xalapa, América Xalapa, Atlético Xalapa, Linces del Ives, Tiburones Blancos de Xalapa, Búhos Estudiantes de Xalapa, Ficumdep de Xalapa ,Delfines de los Cabos , Real San Cosme y Toros Huatusco.

 Como homenaje al buen Abel, Canchero Xalapa reedita a continuación una entrevista publicada el 24 de agosto de 2016.

NOTA PUBLICADA EL 24 DE AGOSTO  DE 2016

 Cierto, la labor del utilero es callada. Es de mucha concentración y organización.

Él  se encarga de tener listos los implementos del futbolista, beisbolista, basquetbolista y demás.

Pero también vive en carne propia el efecto  que genera el resultado obtenido por el equipo.

Sufre con el grupo, ríe y llora también. Arriesga el físico en las broncas y a veces la hace hasta de camillero. En los entrenamientos debe partirse en tres para estar en todo. Hidratación, ir por los balones que son lanzados lejos  por los “patachueca” y estar al lado del técnico y del médico del equipo es para volver loco a cualquiera.

Pero Abel Arriaga Falfán ya es un experto en la materia. Suma más de 20 años y ha estado al lado de al menos 20 entrenadores profesionales en diversos equipos.

 A él también le llaman  asistente de campo. Debe anticiparse a su labor un día antes cuando piensa en lo que hará falta al otro día. Está en  el estadio o la cancha  antes que los entrenadores. Cuando los demás empiezan la práctica o el juego él lleva al menos una o dos horas de trabajo.

Ya ni se diga después del partido. Todos se van, tristes o contentos, pero el asistente de campo se queda hasta que toda está nuevamente en orden.

Abel es una persona honesta porque el material de trabajo y las pertenecías de los jugadores están en su órbita, los vestidores.

 Su carrera inició en 1994 en Delfines de Xalapa, Segunda División. Dos años después, en la campaña 96-97, pasó a formar parte del cuerpo técnico del Atlético Xalapa de Tercera División dirigido entonces por Julián “Alemán” Martínez Vázquez.

 En la temporada 1997-98 Arriaga Falfán  trabajó en el América Xalapa que dirigía Gerardo Arcos, en la Tercera División. En la 98-99, con el mismo equipo,  estuvo al lado de dos entrenadores; en la primera vuelta con  Ramsés Espino Blanco y  en la segunda con René Olmos.

En la 99-2000 Olmos dirigió al  Atlético Xalapa y luego llegó Roberto “Cacala” Blanco. Ahí estaba Abel. A la lista de entrenadores de ese club se unió Félix Cruz. Luego llegó el turno para los Linces del IVES  con Carlos Luna Escudero como presidente y Joaquín “Chorejas” Espinoza como técnico.

La labor de  Abel fue de gran ayuda para los “gatos salvajes” y ahí se mantuvo, de 2001-2002 hasta 2004-2005 etapas de la escuadra estudiantil en las que desfilaron los técnicos Ismael García, el uruguayo Daniel Bartolota y Edgar “Piolo” Lozano.

Luego llegaron los Tiburones Blancos de Xalapa con Bartolota al frente  en un proyecto que duró poco. De ahí Abel dio el salto a los Búhos de Xalapa empezando su labor  con el técnico Gregorio Ortiz y estando en las diferentes etapas con Fernando Monroy, Gerardo Arcos Cruz,  César Rubén Vázquez,  “Matemático” Murrieta, Alfredo García Salmones, Hipólito Cruz, Omar Martínez. Entre otros.

Cabe señalar que  Abel también formó parte del equipo técnico  de la selección del grupo II de la Tercera División que participó en el  “Torneo del Sol” logrando el subcampeonato de la mano de Joaquín Espinoza.

 El evento se jugó en Tepatitlán, Jalisco, en 2001. Arriaga Falfán ha estado al lado de al menos 20 entrenadores de quienes ha aprendido mucho de  cuestiones técnicas.

Ese conocimiento  ha generado en Abel el deseo de ser entrenador de niños, objetivo que no descarta  y que sería realidad en un futuro. “Sí sería un lindo sueño”.

Tampoco descarta escribir un libro  cuyo contenido incluiría un sinfín de experiencias en el futbol y de estadísticas, ya que él tiene un especial talento para memorizar datos numéricos.