Veracruz mostró su cliché favorito. Sin alma, sin identidad con los colores ni la plaza. Triste desempeño que deja un sello de los peores del equipo en su historia reciente.
Cierto es que la victoria de la jornada pasada ante Puebla fue un chispazo de esperanza, pero para hacer vibrar a los aficionados se necesita corazón y este equipo es sólo de baterías.
Tras la salida de Guillermo Vázquez del banquillo escualo el estratega andino aceptó las condiciones que le ofreció el duelo del equipo mexicano Fidel Kuri Grajales “Hay unas cosas que al club que le gustaría hacerlo formal” aseguró el estratega sin dar más detalles en relación al que será la directiva del club la que se encargará de dar el anuncio oficial.
“Sabemos que Pachuca es un equipo muy dinámico, es vertical, también nosotros tenemos que hacernos fuertes, el mantener los marcadores en cero, creo que se han hecho dos partidos de visitantes muy buenos, pero al final no sirve si no sumas”, agregó el atacante.
El equipo americanista, representante de Ciudad de México, se coronó de manera invicta, derrotando en penaltis (5-4) en la final a su similar de Tamaulipas con el que había empatado 1-1 en tiempo reglamentario.
Nada mejor para el defensor xalapeño en su deseo de consolidar su objetivo de llegar, a su debido tiempo, a la Primera División.
“El triunfo nos da una alegría porque el equipo lo mereció y nos da para seguir trabajando y que se den cuenta que si el trabajo se hace bien se consiguen resultados”, dijo el técnico de Tiburones Guillermo Vázquez.
Destacó el trabajo colectivo que realizó su equipo y lo exhortó a seguir por ese camino, “el equipo trabajó todo el partido, Puebla en su casa es complicado y supimos contenerlos bien aunque en el segundo tiempo tuvieron oportunidades pero el equipo resistió, los cambios lo hicieron bastante bien y se hicieron notar”.