Aunque es notoria la disminución sobre el número de reportes referentes a problemas en gradas o espacios de juego, la Liga Escolar Permanente no baja la guardia y mantiene especial atención en este asunto.
Lucrecia Díaz Martínez, inspectora de Educación Física Estatal 20 Xalapa Sur, explicó en Canchero Radio que la violencia entre mayores antes, durante o después de los juegos “es una situación preocupante porque, aunque se hagan
recomendaciones, los padres son los que se salen de control; sus emociones no las regulan y a veces hemos tenidos situaciones penosas en las que tenemos que jugar a puerta cerrada”.
Como responsable de la Liga, la funcionaria dijo que la entidad deportiva a su cargo “tiene al interior una normativa y dentro está el punto del comportamiento de las porras.
“Hemos tratado de que los padres entiendan que sus hijos son niños –nosotros manejamos las edades de entre 5 y 16 años– les pedimos que dejen a sus pequeños que jueguen…cuando hay un partido estresante para ellos (jugadores) la verdad no ayuda mucho que sus padres les estén gritando cosas, a veces, en tono ofensivo…se meten con los niños, se meten con el árbitro. Hay muchos niños que expresan que nos les gusta eso”.
Agregó:
“Desafortunadamente (el problema) lo tenemos, lo vivimos…siento que a veces lo que pasa es que se copian patrones de encuentros de profesionales,
olvidándonos que son nuestros niños los que muchas veces se pueden ver afectados por sus propios padres. De verdad es triste que el propio papá a veces ofenda a su propio hijo”.
“Créanme que nosotros tratamos de concienciar… pero sí nos cuesta mucho trabajo y hemos tenido que cerrar puertas cuando alguna porra ha llegado a utilizar palabras altisonantes y expresiones nocivas para nuestros niños”.
Como acciones preventivas para insistir en remediar el problema de violencia en espacios que ocupa la liga, Díaz Martínez comentó que se ha optado por involucrar a personal especializado para dialogar con los padres de familia.
“Por ejemplo ha estado el señor Matosas (Roberto) que tiene mucha experiencia en el manejo de los niños en el futbol. Nos ha dado pláticas de cómo podemos ir regulando estas situaciones”.
Señaló que paulatinamente se han dado resultados positivos, especialmente en etapas donde “la situación era realmente vergonzosa por parte de los padres”.
Agregó que algunos clubes han propiciado acercamiento de profesionales con los papás.
Recalcó que lo que menos quiere la Liga es que los padres se queden sin ver jugar a sus hijos, pero que no habrá marcha atrás en establecer los parámetros para evitar tristes desaguisados.