Y el mal continuará hasta quien sabe cuándo. El “virus Kuri” no sale del Tiburón, aunque el directivo anuncia lo que será la resaca, el légamo del equipo: exhibir a los jugadores que –como él lo dijo—“vinieron de vacaciones”.
A pesar de lo desorbitado que ha sido Kuri Grajales como gestor directriz del equipo, en sus palabras hay un montón de verdad.
El metabolismo del equipo no produce energía. No lo ha activado correctamente y eso tiene una explicación.
Hay elementos que han recurrido a una postura cómoda, poco ambiciosa. Son jugadores que aun estando aquí no lo están, no han llegado. Cobran por jugar y no juegan. Se visten con la camiseta del equipo y no absorben gusto por defenderla. No les da rabia el perder.
Kuri habló de lo que pasa y lo que está por pasar. Reiteró que pagará los 120 millones de pesos para que el equipo se mantenga en la máxima división.
“Yo fui el que lo traje. Voy a pagar y habrá Tiburón para rato» agregó el empresario quien |reiteró aceptar su responsabilidad en lo que le corresponde en cuanto a la crisis escuala.
“Hay jugadores que nada más vinieron de vacaciones. Daré nombres, cuántos minutos jugaron qué hicieron, si se pusieron la camiseta. Yo asumo la responsabilidad de lo mío».
LA EVALUACIÓN que prepara el equipo de Kuri sobre la rentabilidad de los jugadores no debe sorprender a nadie.