Los Gallos que Querétaro hicieron lo que no parecía estar a su alcance: quitarle lo invicto al Cruz Azul.
En la cancha del estadio “La Corregidora” Qurétaro se impuso 1-0 con gol a los 29 minutos de Kevin Ramírez.
La racha celeste concluye en 18 partidos (7 meses) sin derrota en todas las competencias (Liga, Concachampions y Copa Por México).
Querétaro ganó jugando bien al futbol, aunque no fue efectivo, que no es lo mismo. Generó jugadas ofensivas que, de acertarlas, le hubieran dado un trance menos difícil ante un rival acostumbrado a que nadie le levantara la voz, ni
antes ni después del confinamiento por covid. Pero siempre hay una primera vez que llega antes o después. Para los queretanos fue brindar su mejor juego, no en esquema ni en táctica, pero sí en resultado.
Querétaro, de escasas llegadas, suplió su falta de pegada con una buena labor en media cancha. Ahí sus obreros respaldaron bien a su zaga en las horas de angustia más oscuras.
Una de dos llegadas en el primer tiempo se convirtió en el gol de Gallos. En los linderos del área una genialidad de alguien que no es genio, Sepúlveda, dejó en inmejorable posición a Kevin Ramírez y, ante la salida de Corona, tocó el balón por un lado para marcar el único tanto del encuentro. La definición, lo mejor.
En la parte complementaria hubo movimientos azules. Yoshimar Yotún entró a la cancha en
sustitución del ex gallo Romo, de quien se hablan maravillas, pero que al momento no acaba de cuajar.
La lucha era por la posesión territorial del mediocampo. El primero que lograra imponerse en esta zona tendría un paso de ventaja. Cruz Azul la ganó y agobió al rival. Le metió en un asfixiante corsé.
Desde la anotación de Ramírez el local se entretuvo en no dejarse dañar y buscar lo que se pudiera al frente con irrupciones de Gonzalo Montes, Ángel Sepúlveda y Hugo Silveira.
Gallos necesitaba hacer algo diferente para amarrar la victoria, porque lo que le dejaban hacer
era sobrevivir a un ataque tras otro que en cualquier momento podría dañar.
En la parte complementaria Cruz Azul estuvo encima, pero abusó de lo mismo, de las mismas estrategias, como un “caldo de sombra”. No aprendió la lección de la fecha 2 ante Puebla con el que empató en el último suspiro.
Ahora fue diferente porque Gallos se plantó bien y cuando arquero Gil Alcalá fue superado, la zaga lo mantuvo en estado de gracia, como en el cabezazo de Escobar que iba rumbo a las redes y que Sosa
sacó providencialmente.
Con este resultado la Máquina se atascó en la altura del kilómetro 7 (igual número de puntos), mientras que los Gallos, ahora de cresta alta, llegó a 4 enteros.
En la fecha 5 Gallos recibirá al América, mientras que la Máquina buscará engrasar engranajes cuando enfrente en el remozado Azteca.