La situación interna en el club América se ha vuelto insostenible. La noche de este miércoles en el estadio “Kraken” de Mazatlán, las Águilas volvieron a estrellarse en su realidad y cayeron 2-1 ante el equipo mazatleco.
El encuentro, que terminó con conato de bronca, estaba pendiente desde la fecha 2 y Mazatlán, sin dar un brillante partido, se quedó merecidamente con los tres puntos.
Si bien el equipo de Solari veía de sumar tres puntos en Torreón, ahora volvió a las andadas para ligar 10 juegos con una sola victoria.
Hasta en la rueda de prensa en la que los técnicos deben asistir Solari se mostró insoportable al responder las preguntas de los reporteros.
Los goles del cuadro púrpura fueron obra de Gonzálo Sosa a los 11 minutos tras un rechace de Ochoa y de Miguel Sansores que hizo ver mal a la zaga azulcrema al rematar de cabeza sin marca y con toda la ventaja del mundo para vencer a Ochoa.
Por América descontó Juan Otero a los 90+2 en un remate de cabeza.
Con este resultado Mazatlán llegó a seis puntos colocado en la posición 10. Su próximo encuentro (fecha 6) enfrentará a Gallos en el estadio La Corregidora de Querétaro.
Por su parte América está clavado con 4 unidades en el sitio 14 con la posibilidad de volver al penúltimo lugar si es que San Luis, Gallos y Tijuana ganan sus respectivos partidos. En la sexta jornada las Águilas volverán a la acción. Irán a Pachuca para enfrentar a Tuzos. Una derrota más y los focos rojos en la entidad americanista obligarían a sus principales directivos a tomar medidas urgentes.
LA BRONCA
La falta de apreciación del silbante Pérez Durán al no marcar en el momento de la falta ocasionó un conato de bronca entre jugadores de ambos cuadros.
Hacia el final del juego Salvador Reyes recibió una fuerte falta en los linderos del área por parte de Jorge Padilla. El árbitro se tragó el silbato y no marco.
El mismo Padilla en jugada continua atizó a Roger Martínez quien encaró al zaguero. De ahí jugadores de ambos bandos se trenzaron con empujones, insultos, reclamos y manotazos.
Luego de revisar el VAR, Pérez Durán decidió expulsar a Padilla y amonestar a Martínez. Uno delos jugadores más encendidos fue el arquero Nicolás Vikonis quien se quería comer vivo al silbante.