Cobró y se fue. Así de fácil. El peruano Iván Santillán se amparó en la normativa de FIFA que señala que si existen más de dos meses de incumplimiento de pago por parte de un club, será considerado como justificante para terminar de manera unilateral la relación de trabajo. En este caso con el Veracruz de Fidel Kuri.
Se esta manera la controversia sirvió no sólo para que los jugadores recibieran sus pagos, sino también como herramienta jurídica para romper con la entidad porteña.
Siguieron a Santillán los juveniles Martín Barra (Sub-17) y Guillermo Huber (Sub-20), quienes también metieron su querella en el proceso exprés que abrió la FMF.
Santillán fue de los primeros en meter su controversia, al igual que Sebastián Rodríguez, Lampros Kontogiannis y Abraham González, por lo que tras recibir su pago podrían seguir la misma ruta que el peruano.
Si bien el lateral sudamericano no pudo consolidarse en el primer equipo tras disputar 9 partidos y anotar sólo un gol, quedó como agente libre.