El delantero uruguayo Adrián Luna, con paupérrima producción de sólo un gol en la campaña, dijo que con la salvación de Veracruz al no irse al infierno del descenso “se callaron muchas bocas”.
Luna jugó 10 encuentros, de los cuales seis fueron completos y sólo anotó en una ocasión, lo que demuestra que no es un elemento significativo para el equipo.
Y es que ese es uno de los graves problemas de la plantilla porteña, la falta de un goleador con peso en números y no en nombre.
Y es en este tema cuando surge el recuerdo entrañable de Jorge Alberto Comas, ayer monarca de goleo (temporada 1989-90) y ahora figura con serios problemas de disciplina.
Luna siguió: “Tenemos que agradecerle a la gente que confió en nosotros y a los que no, a llorar al cuartito».
Agregó que existe menos presión ene l equipo “porque aunque todavía no estamos matemáticamente salvados, sería muy difícil que llegara a ocurrir y tenemos que ir por ese octavo lugar para entrar a la Liguilla y coronar esto con el premio mayor».
Al fiel estilo de la mayoría de los sudamericanos que llegan al futbol mexicano con cartel de estelar, pero sin mostrar nada en la cancha, el charrúa dijo que al equipo “ dieron muchos palos durante todo el torneo y bueno, gracias a Dios pudimos sacar este torneo adelante», concluyó.