La primera es que, siendo el último de la tabla porcentual al final de la actual campaña, uno de los 16 equipos sin certificación consiga el título de Ascenso MX.
Como este tipo de clubes no reúnen las condiciones de infraestructura, principalmente, no podrá ocupar el lugar en la Primera División, por lo que, de ser Veracruz, sólo debería pagar la módica cantidad de 120 millones de pesos para no bajar.
La segunda y la parte más difícil para el equipo del Puerto es la competitiva ya que deberá superar a sus rivales en el cociente. Al problema se agrega la fea manera de perder ante Tigres el pasado domingo, sin mostrar hambre de permanencia, por lo que resulta poco creíble que pueda hacer más puntos que Atlas, BUAP y Querétaro.
