Por Al Arco (n)
En el futbol mexicano ya es costumbre que cada fin de semana surja un escándalo.
Trifulcas en las gradas, objetos lanzados a la cancha contra los jugadores, pleitos de palabras de entrenadores rivales, sanciones de risa a infractores de reglamentos, etcétera.
Este fin de semana el clima de violencia se trasladó de las gradas a la cancha.
En jugadas irresponsables, jugadores de América, Chivas, y Pachuca salieron de la cancha de juego gravemente lastimados.
Hirving Lozano de Pachuca perderá varias fechas de la Liga MX; Isaac Brizuela, de Chivas y Renato Ibarra, de América, por resultar fracturados, ya no podrán jugar en lo que resta del Torneo Clausura 2017.
Todos ellos tienen una característica común: son muy habilidosos con el balón. Son jugadores que dan espectáculo y que le aportan ese toque de magia al fútbol.
Pareciera ser que sus rivales, solo encuentran la forma de detenerlos a través del golpe artero.
Violencia en las gradas y en la cancha tienen al fútbol mexicano en tiempos de deterioro y al límite de que pueda suscitarse alguna desgracia. Es tiempo de actuar.
En el fútbol mexicano se han olvidado de la frase: “Juega limpio, defiende tu liga”.