El Estadio Nacional de Tokio se convirtió en la capital del olimpismo marcando así el inicio a los XXXII Juegos Olímpicos de la era moderna.
Alrededor del escenario principal los 68 mil asientos vacíos que hicieron recordar la enorme importancia del público, de la algarabía y bullicio que dan vida al deporte y al espectáculo.
El mundo, envuelto en una ola de tensión por la epidemia del Covid y por muchas cosas más, enarboló la bandera de la unidad, la paz, la tolerancia y la esperanza en estos juegos.
Los Juegos Olímpicos de Tokio, los más costosos –13 mil 430 millones de euros—son el resultado del esfuerzo del COI así como de Japón, pero también es la resolución a un problema financiero que amenazaba con dar un duro golpe a las arcas de ambas partes si los patrocinadores no veían reflejada su enorme inversión de miles de millones de dólares en esta justa veraniega.
Se declaró a la ceremonia de apertura de los JO como contenida y sobria, pulcra, además de detallista.
En estos Juegos competirán 11 mil 274 deportistas y la mitad de ellos participaron en la ceremonia. Vistieron sus coloridos trajes, algunos muy tradicionales, otros modernistas, pero todos lanzaron al mundo un mensaje de resiliencia, pasión olímpica y solidaridad y paz.
El encendido del pebetero es y será especial. La tenista Naomi Osaka, en un promontorio que representaba el Monte Fuji, fue la encargada de depositar la llama.
De fondo se escuchó el Bolero de Ravel. Antes, la llama olímpica emergió de las entrañas del estadio y la antorcha fue llevada por el exluchador Saori Yoshida y el exjudoka Tadahiro Nomura, El penúltimo relevo, la tomaron unos niños que vivían en la zona de Fukushima devastada por los terremotos en 2013.
“Hoy es un momento de esperanza. Sí, es muy diferente, pero valoremos este momento. Estamos todos aquí juntos”, dijo el presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach en su mensaje al mundo y ante unas 900 personalidades invitadas y otros tantos periodistas, y por supuesto, a las cámaras de televisión.
El jugador de la NBA Rui Hachimura y la luchadora Yui Susaki fueron los abanderados de la delegación japonesa, la última que accedió al centro del estadio para cerrar las dos horas de desfile que comenzó con Grecia y el Equipo de Refugiados.
Y así continuó la fiesta, el baile, los fuegos artificiales, la tecnología con 1.824 drones formando el globo terráqueo
La célebre canción “Imagina”, magna obra de Jhon Lennon fue interpretada por Alejandro Sanz, John Legend, Keith Urba y Angelique Kidjo.
¡Y aquí están los Juegos Olímpicos, tras un largo y difícil trabajo de parto, los más inciertos y extraños de la historia!.