MONTERREY, NL., 26 de diciembre.- Los Rayados de Monterrey lograron una mínima, pero al fin ventaja de 2-1 en la ida de la final del Torneo Apertura de la Liga MX.
Luego de una voraz presión de los regiomontanos lograron el triunfo que les hará llegar al estadio Azteca con un gol a su favor, lo cual no es garantía ya que se medirán a un América experto en darle la vuelta a los marcadores adversos cuando se trata de jugar finales.
A los 44 minutos de juego el juvenil de Rayados Carlos Rodríguez marcó un autogol para darle la ventaja momentánea al América. Instantes después John Staffan Medina igualó el marcador tras una jugada con tintes de polémica. Lo mejor del juego y que cerró con broche de oro el espectacular partido llegó al minuto 90+2 cuando Rogelio Funes Mori definió el encuentro son una soberbia chilena que dejó sin oportunidad al arquero Ochoa.
Hay que recordar que en la final no influye en el criterio de desempate el gol de visitante por lo que el que haga más goles al término de los 90 minutos restantes en el Azteca será el campeón.
EL PARTIDO
Monterrey llevó la batuta del juego, responsabilidad ineludible cuando se trata de lograr ventaja en casa.
Pero América se vio bien en la marca. Jorge Sánchez paró a Brizuela, aunque en el par de escapadas que el regio tuvo en la primera parte estuvo cerca del gol. La más clara fue cuando no percutió con fuerza y puso el balón en el abdomen de Ochoa.
La plantilla azulcrema tuvo en Guido Rodríguez a su mejor elemento, nada raro en el argentino quien se erigió como un verdadero escudo.
En una de sus tantas jugadas de velocidad Andrés Ibargüen se resintió del muslo. Tras un momento de prueba el jugador se tiró de nuevo a l césped para pedir su cambio. En su lugar entró Roger Martínez dando la misma fuerza ofensiva a las Águilas aunque con un tanto menos de velocidad.
A los 44 minutos de juego corrido el juvenil Carlos Rodríguez sufrió una de las experiencias negativas más fuertes que un chamaco que se está abriendo camino en el futbol de Primera puede sentir: anotar un autogol en la final.
La jugada la generó Viñas quien tiró a gol, pero Rodríguez trató de alejar la pelota con la pierna equivocada y la incrustó en su propio arco.
Pero Monterrey se lanzó al ataque y, en tiempo agregado, logró el justo empate en un servicio al área que fue prolongado por Nicolás Sánchez para que John Stefan Medina, bajando la pelota en un mar de piernas, resolviera con rapidez para superar a Ochoa y clavar el 1-1 parcial.
La oficialización del gol debió esperar a que el silbante Luis Enrique Santander checara con los del VAR. Tras unos instantes el silbante señaló el centro del terreno de juego e hizo estallar el júbilo de los miles de seguidores de Rayados en el atiborrado coso de acero que registró poco más de 52 mil espectadores.
Al regreso de los vestuarios las cosas se complicaron para el América con la expulsión del juvenil Sebastián Córdoba.
El chamaco llegó a destiempo a la jugada y atizó a Vangioni. El árbitro sacó amarilla, pero luego de la revisión del VAR, mostró al roja.
De ahí en adelante empezó el dominio asfixiante de Monterrey. Ante tal situación el DT crema Migue Herrera empezó a mover piezas. Sacó a Henry Martín para dar juego a Fernando “Oso” González. Después sentó a Federico Viñas y mandó al terreno de juego a Nicolás Benedetti.
En tanto el “Turco” Mohamed sacó al lesionado César Montes para meter a Miguel Layún y luego hizo ingresar al inglés Vincent Jannsen en sustitución de Leonel Vangioni.
El tercer cambio regio fue el de Maximiliano Sánchez en lugar de Rodolfo Pizarro.
Parecía que América se saldría del coso rayado con el empate. Incluso estuvo cerca de tomar nuevamente la ventaja en una descolgada en la que Benedetti quedó frente al arco y, desde los linderos del área, erró su disparo.
Pero la historia se escribió en favor de los Rayados cuando en un servicio al área Funes Mori disputó el balón y, de espaldas al marco, dibujó una portentosa chilena para sentenciar el partido.
Tras el tanto los reclamos llegaron a Santander. Se pedía una falta previa a Ochoa quien fue chocado en su despeje previo al gol.
No había argumentos para el reclamo y todo quedó en un 2-1 parcial que deja todo para el segundo partido que serpa a morir en el coloso de Santa Úrsula.