El legendario estadio Luis “Pirata” de la Fuente regresó a manos del Gobierno del Estado luego de que se hicieran efectivas las disposiciones otorgadas en el convenio de comodato realizado con el empresario Fidel Kuri Grajales.
Con esto también vuelven a manos del gobierno el nombre, marca comercial y logotipo de los Tiburones Rojos de Veracruz, que estaban cedidos a Kuri a través de la Promotora Deportiva del Valle de Orizaba A.C.
Los inmuebles, el nombre, la marca comercial y el logotipo de Tiburones Rojos de Veracruz, se encuentran en posesión de la Dirección General del Patrimonio del Estado, misma que forma parte de la Secretaría de Finanzas y Planeación del Gobierno del Estado de Veracruz.
El comodato entre el Gobierno estatal y Fidel Kuri estaba condicionado a la permanencia de Tiburones Rojos en la Primera División del futbol mexicano, por lo que al ser desafiliados por la Federación Mexicana de Futbol el convenio quedó sin efecto.
Los Tiburones Rojos desaparecieron de la Primera División el 5 de diciembre de 2019 cuando la FMF lo hizo oficial.
Por otra parte el Centro de Alto Rendimiento (CAR) también vuelve a manos del gobierno veracruzano.
¿Y AHORA?
Aunque hay que esperar el contraataque de Fidel Kuri, lo positivo es que el inmueble esté nuevamente en manos del albacea gubernamental.
Ahora habrá que ver cuál es la línea de uso que se le dará tanto al estadio como al CAR. Seguramente que habrá intereses de organismos, incluyendo los que no son veracruzanos, por fincar proyectos futbolísticos.
No se descarta que el inmueble sea la casa de los Chapulineros de Oaxaca que militan en la Liga de Expansión y, de ser un compromiso serio y positivo, habrá que darle la bienvenida.
La misma postura deberá haber si surgen, –como se espera—, iniciativas de empresarios veracruzanos quienes tendrán “mano en la partida” para aterrizar sus proyectos.