Se conmemoraron los 53 años de historia del club en el tradicional barrio de Coapexpan, uno de los más populares de Xalapa.
La asistencia en la cancha mixta de la Unidad Deportiva Universitario fue masiva, entusiasta, amena, jarcandosa, alegre y bulliciosa.
Jugadores de ayer y hoy se dieron cita en el recinto universitario. La pelota rodó de acá para allá sin importar de qué pie venía. Solamente había que disfrutar, de hacerse parte del convivio que se extendió con una amena comida en un salón de la avenida Ruiz Cortines.
Se estrecharon las manos, los corazones, las ilusiones pasadas. Los logros de antaño revivieron como un espasmo de felicidad que dio un vuelco en el tiempo.
MÁS SOBRE EL FESTEJO
El próximo lunes habrá más publicaciones sobre el festejo del aniversario futbolero número 53 de Coapexpan.
Y es que Coapexpan es un histórico del balompié local. Nació como Good Year Oxo en los años 60. Luego se cambió de nombre a Colonia Salud. En 1976, en el primer campeonato del Ferro nació el Club Coapexpan.
En este equipo militaban Víctor Hugo Flores (q.e.p.d.), Víctor Manuel Torres, Jorge Bravo Flores, Raymundo Hernández Flores y Juan Manuel Torres; Orlando Barradas, Ramón Flores, Narciso Hernández Flores, Miguel Hernández Pineda (q.e.p.d.), Rafael Flores, Miguel Hernández (q.e.p.d.), así como Agileo De Librado.
Fue campeón de copa y liga, en categorías Libre y Veteranos, del otrora torneo del futbol ferrocarrilero, el “Ferro” como es bien conocido por quienes absorbieron la esencia del futbol ahí vertida.
Este sábado en la Unidad Deportiva Universitaria estuvieron, con sus familias y amigos, los Iza, Flores, Toledano, Salas, García, Alcántara, González, Báez, Soto, De Librado, “Negro” Trompeta, Torres, Hernández, y muchos otros, grandes y pequeños quienes conforman la gran familia Coapexpan que, por cierto, tuvo una camiseta color rosa en sus inicios comentó Víctor Hugo Torres.
Y los minutos y las horas pasaron. El balón no dejaba de rodar. Unos entraban y salían de nuevo al terreno. El objetivo era divertirse, vestir de emoción la ocasión. Se recordó a los que ya no están. Los que se fueron hace mucho y aquellos cuya partida aún está fresca.
MÁS FESTEJO
Luego del calor de la “batalla”, porque hizo un sol radiante y quemoso, la ruta fue trasladaron a la recepción.
Se degustaron platillos con sabor casero de primer nivel…siguieron las risas…los recuerdos… se mencionaron aquellas dudas que aún –al ´paso de décadas– aún no han sido aclaradas. Se agradeció por todo y por tanto…una que otra lágrima se derramó.
Al son de fanfarrias Juan Manuel Torres agradeció por los muchos años de encontrar eco y apoyo en la organización de actividades del barrio. Ahí, ante todos, pasó la estafeta a Hiram y Salim Iza quienes la tomaron con fervor y lealtad a un barrio muy querido.
Sus mensajes fueron elocuentes, propositivos de mantener la tradición y fortalecer a la juventud “coapexpeña”…luego siguió la música, las voces del sentimiento y la hermandad.