Luego de la hazaña, queda la historia eterna. Donovan Carrillo Suazo, el escuálido tapatío llegó a los cuernos de la luna en los Juegos Olímpicos de Beijing, China.
No entró en el podio. No estivo entre los mejores 10. Tampoco entre los 20 más sobresalientes. Logró el lugar 22 (entre 24 finalistas) y con ello se ganó el corazón y reconocimiento de todos los latinoamericanos quienes siguieron sus rutinas en la magna justa olímpicos de los juegos invernales.
Carrillo el primer latino en registrar su nombre en una final de patinaje artístico en las lides olímpicas tuvo un par de errores en su rutina, uno de ellos muy notorio, pero estar entre los 22 mejores del mundo lo encumbran como un fuera de serie, al menos para lo que se refiere al deporte latinoamericano.
Carrillo fue el sexto en participar y terminó con un puntaje total de 218.3 durante su última presentación de estilo libre.
La medalla de oro se la llevo Nathan Chen de Estados Unidos. Plata y bronce fueron para Yuma Kagiyama y Shoma Uno, ambos de Japón.
En su cuenta de Instagram, el atleta expresó un agradecimiento a sus seguidores y dice que esta experiencia le ayudará en un futuro.
“…estoy convencido de que toda esta experiencia en Beijing me ayudará para construirme como deportista, seguiré preparándome y esforzándome al máximo porque estoy convencido de que aún hay mucho por lograr”, dijo Donovan en su cuenta de Instagram.
Tuvieron que pasar 30 años para que un patinador azteca estuviera en una justa olímpica en lo que toca al patinaje artístico. En 1992 Mayda Navarro Evans y Ricardo Olavarrieta participaron en la prueba individual de esa especialidad en los Juegos Olímpicos de Albertville.