No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”. Debieron pasar 23 años para que Cruz Azul se coronara campeón de Liga. Lo hizo con su acostumbrado halo de drama al empatar 1-1 con Santos Laguna y campeonar finalmente con el global de 2-1.
El estadio Azteca fue nuevamente testigo de una coronación azul. Había pasado tanto tiempo que la nueva generación de aficionados no sabía lo que era ver a su equipo coronarse en la liga.
Ahora todo quedó en la estadística, en el olvido para los que tienen la capacidad de superar los tragos amargos y saborear el presente.
Se trata de la novena joya que Cruz Azul incrusta en su corona. Lo hizo como el mejor del Guardianes 2021, sin duda un torneo espectacular.
La tensión se inició temprano para la fanaticada azul porque Santos se fue al frente en el marcador con un golazo de Diego Valdés (37’) quien se quitó defensas y sacó un obús que superó el lance del veteranísimo Chuy Corona.
Con el global empatado al medio tiempo no había campeón del futbol mexicano…
Al regreso de los vestuarios la Máquina siguió mostrando ese empaque que lo llevó a la gloria en esta temporada. Sobrios, los jugadores celestes quienes a pesar de verse abajo en el marcador
levantaron cabeza para empatar, precisamente con el “Cabecita” Rodríguez, su mejor elemento al ataque quien agarró mal parada a la zaga tras un servicio de Romo y enfilarse hacia el arco de Acevedo cuya salida fue inútil.
El 1-1 cambió todo y tras algunas llegadas de peligro a las porterías y la gresca controlada con la que terminó el juego, solo enmarcaron la coronación celeste.
Tras el silbatazo final de Fernando Hernández la alegría invadió la cancha con los cruzazulinos festejando a todas sus anchas, mientras que Santos debió aceptar la derrota ante el gran rival.
Fue Corona, capitán del equipo, el que levantó el trofeo. Con esa imagen quedaron sepultados los malos episodios de las últimas décadas, de los malos manejos administrativos y de las “cruzazuleadas”.