El equipo olvidó, durante el partido, todo lo bueno que ha mostrado en su mejoría
mecánica; “no hay excusa, a Real Victoria le debemos ganar y punto”, César Vázquez
Por FRANCISCO ALVARADO
Chileros no tiene buena memoria. Sufrió de una aguda amnesia.
Se olvidó de lo bien que ha jugado los interescuadras. Se olvidó también de la certeza frente al marco que han tenido recientemente sus delanteros, se olvidó de que no se pueden tener dos varas de medir la intensidad y seriedad sobre la cancha.
Ante la Anáhuac debió esconder la cabeza después del juego que ganaba 1-0 con el gol del “Farru” Morales que marcó con mucha serenidad, la que luego le faltaría –y mucho— al tener el zaguán abierto para él solo…y echó la pelota fuera.
A veces hacer las cosas normales en el futbol parece ser muy raro. No cesa ese recalcitrante trance de hacer difícil lo fácil.
Esta tarde el equipo no salió de la nube tóxica y falló como nunca lo había hecho en un partido de preparación.
Ni ante el juvenil equipo de Comex, tampoco ante Paso del Macho, ni ante el representativo de la Normal Veracruzana habían creado tantas opciones tan claras para luego fallarlas.
Se impregnó del mismo aroma fallón, sin goles, sin ese artillero egoísta y certero que le ha hecho falta, pero que está dentro de dos o tres jugadores quienes no lo han dejado salir.
Así se escribió la historia en el juego ante los naranja de la Anáhuac que dirige Joaquín Espinosa y que se alista para los Juegos Estatales de Educación Superior que arrancarán el 3 de marzo en esta capital.
Luego del gol del “Farru” Chileros se veía bien, pero empezaron las cuarteaduras en el esquema, no por mala dirección, sino por la falta de confianza entre los mejores del equipo.
El tanto del empate no tardó en llegar. Fue obra de Gilberto Landa, muy luchador por cierto.
Luego, en la parte complementaria la búsqueda del resultado pretendido por Chileros fue halagadora. Metió al rival en un corsé cortándole el oxígeno. Fue mejor, sin duda, ante una antagonista que tuvo en la defensa su principal virtud.
La superioridad mecánica sobre su oponente era manifiesta, pero –nunca falta un pero—empezó el desfile de fallas con “Farru”, con “Perú”, éste quedándose en un “mano a mano” con el portero luego de que “Yoyo” Cortés Escobar le puso un balón como si fuera con la mano, pero una “mano de ángel”, con tono preciso, al tiempo y espacio.
A las fallas se adhiere la de Gerardo Sánchez y de otros. Así que esa situación fue una descarga eléctrica que revivió el viejo adagio: “el que perdona pierde”.
En los últimos diez minutos Leones aprovechó las que tuvo. René Domínguez y Javier Carro completaron la cuenta para un 3-1 definitivo.
“A REAL VICTORIA LE DEBEMOS
GANAR Y PUNTO”: CÉSAR VÁZQUEZ
El técnico César Vázquez sostuvo con Chileros la plática de evaluación. Se mostró tranquilo; no dejó de señalar puntualmente los errores de cada jugador, principalmente los que no definieron.
El estratega dijo: «En este partido pudieron fallar y mucho, pero al Real Victoria le debemos ganar y punto”.
Recalcó que las graves fallas son un asunto “que está prohibido repetir ante los tabasqueños” en la reanudación de la liga, el 18 de este mes en el estadio Quirasco.