BESWICK: «LA PSICOLOGÍA PREVALECERÁ EN EL DEPORTE»

Bill Beswick durante su tiempo con el Twente en los Países Bajos

(FIFA.com)  

Los entrenadores necesitan formación. En el entorno moderno del fútbol profesional, las presiones de varios frentes pueden abrumar a entrenadores y jugadores y llegar a hacerse agobiantes. Nadie lo comprende mejor que Bill Beswick. Tras haber trabajado con Steve McClaren en la selección nacional de Inglaterra y en clubes como el Manchester United, el Middlesbrough, el Nottingham Forest o el Twente, Beswick es el primer psicólogo deportivo que opera plenamente en el fútbol profesional de Inglaterra.

Ha conversado con Beswick sobre su trayectoria y su concepto de que la psicología deportiva y el desarrollo mental desempeñarán una función tan importante en el fútbol como el desarrollo técnico y táctico.

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  Usted es el primer psicólogo deportivo que opera plenamente en el fútbol profesional inglés. ¿Cómo ha llegado hasta aquí y que le ha motivado en su camino?

Bill Beswick: Empecé como jugador, concretamente en el baloncesto, pero fracasé. Me convertí en seleccionador nacional de éxito y comprendí, como muchos entrenadores de gran experiencia entienden, que el rendimiento es producto de la actitud y del carácter. En mi labor de entrenador internacional, llegué a un punto en el que decidía qué jugador tenía el balón al final de un partido para efectuar el tiro final basándome en el carácter y no en el talento. Pensé que era interesante y me saqué un máster en Psicología. He sido profesor, de manera que auné todas mis capacidades y me dije: «¡Voy a intentarlo!». Necesitamos dar forma a nuestro deporte de un modo diferente. Mi motivación fue la de contribuir al desarrollo de esta nueva vía para conseguir un rendimiento óptimo.

¿Qué opinión le merece la evolución de este campo en los últimos diez años?

Creo que ha sido increíble. ¡Ojalá mi carrera estuviera empezando ahora! El deporte evoluciona, va por ciclos. Creo que hemos vivido un ciclo de desarrollo físico, técnico y táctico. Creo que el próximo ciclo será psicológico y tecnológico. Creo que, en los próximos 20 años, los avances psicológicos y tecnológicos podrían prevalecer en los deportes.

Bill Beswick durante su tiempo con el Twente en los Países Bajos
BILL Beswick, durante  una conferencia con elementos del  Twente, de Holanda. 

¿Qué significa eso?

Significa más ayudas para los jugadores desde el punto de visto mental y emocional, mejor entrenamiento desde los inicios para saber lidiar con la presión y el estrés propios del deporte, más trabajo en el carácter en contraposición del talento. Tecnológicamente, significa proporcionar a los jugadores más observaciones y valoraciones en tiempo real, más caracterización y elaboración de perfiles, más identificación de talentos y más análisis del rendimiento, de manera que los jugadores dispongan de mejores situaciones para recibir evaluación y comentarios.

Usted ha opinado sobre la importancia que, para los entrenadores, tiene el círculo familiar del jugador. ¿Hay herramientas que puedan usar para comprender mejor la importancia de estos aspectos ajenos al juego?

Cuando voy por primera vez a un club, pido a los entrenadores que elijan a un jugador y me digan cinco cosas sobre él que no tengan nada que ver con el fútbol. Entonces puedo saber si un entrenador es afectuoso, forja relaciones con sus pupilos y se interesa por ellos. A menudo los entrenadores no saben nada de sus hombres. Ven futbolistas, pero no ven personas. Yo trato de que empiecen por ver primero a las personas y después a los jugadores.

¿Y eso qué puede provocar?

Formas mejores futbolistas si te interesas por ellos como personas. Me gusta el equilibrio. Creo que demasiado fútbol es peligroso. La mayor tragedia del entrenamiento es el sobrentrenamiento. Me gusta que a los entrenadores les interesen cosas diferentes. Hay una cosa que a mí me interesa mucho llamada agotamiento emocional, y el fútbol te agota emocionalmente. A menos que cambies de ambiente, a un entorno que vuelva a llenarte, los depósitos emocionales se te van vaciando poco a poco. Muchos entrenadores los tienen prácticamente vacíos. Estoy hablando de una rueda psicológica sin fin. Como hámsteres en una rueda, nunca dejan de correr: no trabajan para vivir, sencillamente no viven. Muchos entrenadores con los que colaboro no tienen vida. Hay una palabra que yo uso mucho: “armonía”. Debemos enseñar a nuestros hijos una vida equilibrada. El fútbol es importante para nosotros, pero no tanto como la salud o como tener una buena familia. Pero todo esto empieza por el entrenador.

¿Qué ha contribuido a que esa “rueda psicológica sin fin” se convierta en un problema?

Se trata de que sólo estamos satisfechos si ganamos. Hablamos de los propietarios de los clubes de fútbol, de la presión de las ligas y de los padres. Los padres que asisten a los partidos y ponen trabas y problemas a los jóvenes entrenadores que tratan de formar a los niños. Muchas veces, los padres no armonizan con lo que el entrenador trata de conseguir, por lo que presionan, y el entrenador trata de responder a la presión trabajando todavía más. La respuesta no es trabajar más, es trabajar más fácilmente. Muy a menudo suelo decir a los equipos: “Se entrenan con demasiado ahínco, sonrían un poco más. Disfruten del fútbol, no lo sufran”. Muchos entrenadores sufren el fútbol y se olvidan de la razón de haberse dedicado a este deporte, y entonces dejan de disfrutar. Lo mejor que me pasó como entrenador fue tener a mis dos hijos. La perspectiva cambia de forma espectacular.

Carli Lloyd explicó cómo se vio ganando el Mundial y marcando cuatro goles, y al final anotó un triplete. ¿Es importante la visualización?

La visualización es muy importante porque lo que el psicólogo intenta hacer con un jugador o con un equipo es proporcionar un guión mental o una manera de pensar en cómo se van a abordar un partido y las diferentes situaciones de juego. Los atletas de máximo nivel no piensan. De hecho, cuando juegas un gran partido, no piensas. Pensar es malo. Lo que haces es confiar en tu cuerpo y en tu guión mental. Por eso les digo a los jugadores: “Piensen en el primer contacto con el balón, en el primer toque, en el primer pase, en el primer remate de cabeza, en la primera entrada. El resto del partido fluirá porque ustedes conocen bien su oficio”. La visualización es una forma de planear el escenario. Es reflexionar de antemano en lo que pasará en un partido, de manera que, cuando llegas al encuentro, llevas un planteamiento que seguir. Como todo el mundo tiene memoria, te sientes más seguro de ti mismo porque has pensado en lo que va a suceder. La visualización crea hábitos mentales.