México conquistó la medalla de bronce en el futbol de los Juegos Olímpicos de Tokio tras superar 3-1 al anfitrión Japón en el estadio de Saitama.
Fue una demostración de carácter y entrega por parte del equipo mexicano que tuvo entre sus principales figuras al arquero Guillermo Ochoa quien le dio fortaleza al cuadro bajo y estuvo atinado en custodiar su arco.
De esta manera México tomó revancha tras aquella derrota hace 56 años en los Olímpicos del 68 cuando, siendo local, perdió el juego por el bronce ante la escuadra japonesa en al mismísimo estadio Azteca.
Sebastián Córdova abrió el marcador y agregó dos asistencias para guiar al Tri a una ansiada victoria ante un rival que se había impuesto en la fase de grupos.
Es la segunda medalla olímpica para México. La otra fue el oro en los Juegos de Londres 2012.
El primer tanto azteca cayó después de que el mediocampista japonés Wataru Endo cometiera una falta sobre Alexis Vega dentro del área.
El penalti fue cobrado por Córdova en el minuto 13´.
El 2-0 fue obra de Johan Vázquez tras un certero cabezazo en tiro libre ejecutado por Córdova a los 22’. Luego fue Alexis Vega, al 58’ quien conectó de cabeza para el 3-0 en saque de esquina ejecutado por Córdova.
Japón respondió con el disparo de Kaoru Mitoma a los 78’, para el 3-1 definitivo.
Tras el silbatazo final los mexicanos estallaron en júbilo al saberse ganadores de una de las tres preseas que se reparten en la justa veraniega que llegará a su fin el próximo 8 de agosto.
Risas, llanto, abrazos y muestras de afecto hacia los derrotados se vivieron en el césped del estadio.
Los jugadores mexicanos recibirán sus medallas este sábado momentos después de que concluya el juego final entre Brasil, campeón defensor, y España.