
El técnico de los Tiburones le da a Diego las mismas posibilidades
de quedarse como al resto de los juveniles del plantel
De las muchas cosas que dice y ha dicho Pablo Marini desde que llegó a los Tiburones Rojos, este miércoles en Cancún se agregaron otras.
Parece un tipo rudo y hasta engreído, pero también aseguran, quienes lo conocen, que es formal y respetuoso. Y eso viene valiendo poco, porque lo que más importan son los resultados en la cancha, para los cuales habrá que esperar.
Se entiende que hay mucho que callar y poco que decir cuando se trata de negociaciones. Es preferible hacerla de vocero cuando ya se tienen los papeles firmados y no anticipar situaciones contractuales de las cuales se tengan que retractar.

Es por eso que Marini está en el régimen de transferencias con las antenas elevadas y hoy se podrían concretar fichajes aún pendientes como la de un portero y un lateral por izquierda, luego de que la zaga central ya está apuntalada con el argentino Matías Cahais.
Sobre la situación del joven mediocampista Diego Bartolotta, mexicano de nacimiento e hijo del uruguayo Daniel Bartolotta, ex jugador del Tampico, Monterrey, Neza, entre otros clubes, Marini se limitó a decir que “aparte dentro de los chicos del armado del plantel está Diego trabajando con nosotros, hay otros juveniles que también están haciendo pruebas para conformar un plantel competitivo”.

Diego debutó en la Primera División de Malta y mostró que tiene con qué llegar a ser figura en México, o en cualquier país, como Italia por ejemplo, nación que está en la órbita del jugador.
Mientras tanto hay que esperar a que se den los primeros movimientos serios en el draft de transferencias.