
POR ELVER DHUGO
Damos la bienvenida en Canchero Xalapa a Elver Dhugo, uno de los personajes más connotados de la crónica del deporte en la década de los 90 y principios del nuevo siglo.
A continuación su primera entrega:
El futbol llamado pomposamente profesional de divisiones menores ha crecido deforme.
Los vicios y manejos que se hacen los círculos elevados, son aprendidos y practicados en los niveles inferiores, llámense tercera, segunda divisiones o más abajo, las Sub 15, Sub 17 hasta llegar a las cuarta y quinta, muy de moda en estos tiempos.
Lo que acaba de ocurrir en uno de los recónditos lugares de nuestro bello país es una calca de los que sucede frecuentemente en altas esferas.
El doble contrato a la hora de “amarrar” a un jugado9r o entrenador está haciendo estragos en la confianza ya de por sí maltratada entre directivos.
Los de pantalón largo nunca quieren perder y es por eso que ponen en “3 y 2” a sus empleados de banquillo o de cancha. Su afán es tener “la sartén por el mango”.
Así se ahorran muchas cosas entre estas las que surgen cuando el asunto contractual pueda llegar a escritorios de donde se trata de proteger los derechos del trabajador.
Hay un entrenador que durante tres meses trabajó profesionalmente. Sólo le pagaron uno. Cuando el estratega decidió cortar por lo sano su relación contractual con los directivos, estos se sorprendieron, se disgustaron y hasta se atrevieron a mencionar la palabra deslealtad, tachando de desagradecido al entrenador.
¿Desleal?, ¿Desagradecido?,
¿Esos calificativos puede recibir un profesional quien no encontró reciprocidad en sus empleadores quienes le adeudan, hasta ahora, parte de su salario y que lo pusieron en desventaja a la horade firmar el contrato?
Hasta aquí el comentario.
Ciao.