Ahora resulta que la Asamblea de Dueños, el órgano que simple y sencillamente hace lo que quiere con el futbol y sus agremiados, tiene en sus “redes” a los Tiburones Rojos de Veracruz.
Para nadie es un secreto la persecución que se ha generado en torno al presidente del equipo escualo, Fidel Kuri Grajales, por parte de los federativos y de aquellos que desean su “ausencia obligada” en la Primera División.
Trascendió que, de nueva cuenta, el “reglamento” entraría en “vigor” para asegurar que no existe parte alguna que respalde a un equipo descendido permanecer en el máximo circuito pagando los 120 millones de pesos.
De esta manera, haciendo uso de las reglas no escritas, habría manipulación de la situación por la que atraviesa al el club porteño, el más castigado de la historia.
El pasado domingo Atlético San Luis ascendió a la Primera División derrotando 1-0 (global de 2-1) a Dorados de Sinaloa en juego llevado a cabo en el estadio “Alfonso Lastras”.
De esta manera el equipo número 18 en el máximo circuito es la plantilla sanluisina dirigida por Alfonso Sosa quien ha marcado récord al sumar su tercer ascenso. Antes lo había hecho con los Leones Negros de la U. de G y con Necaxa.
SE ESFUMÓ
La posibilidad que hubiera beneficiado a Tiburones era que el equipo ascendido no reuniera las condiciones para militar en la rama mayor del futbol nacional. Sin embargo tanto Dorados como San Luis estaban certificados.
De esta manera el futuro del Tiburón se mantiene en el aire, no sólo por las desavenencias con directivos, sino porque, además, tiene adeudos con la FMF, con técnicos y jugadores quienes recurrieron a la FIFA, de ahí la sanción del máximo organismo del futbol asociado de quitarle los puntos sumados (4) a los porteños dejándolos en “cero” en la actual temporada.