Luego de celebrada la Fecha FIFA se puso en marcha la fecha 13 de la Liga MX en el estadio “Cuauhtémoc” donde Puebla se impuso 3-1 a Mazatlán.
La victoria pone a los poblanos en el cuarto lugar de la tabla con 20 unidades, cerca de los 21 del Santos que en esta jornada se entrevistará con Chivas.
A su vez, Mazatlán sigue en 14 puntos en el sitio 11, buscando quedarse en zona de repechaje.
En la próxima jornada (14) Puebla visitará al Pachuca, mientras que Mazatlán irá a Tijuana para medirse con Xolos.
VENTAJA
Los mazatlecos se fueron al frente en el marcador a los 16 minutos con el gol de Giovanni Augusto, en tanto que Santiago Ormeño empató a los 45+6.
Los dirigidos por Tomás Boy sufrieron la expulsión de Nicolás Vikonis, al 45+2 luego de cometer penalti sobre Escoto quien había ganado un envío de Tabó.
Mazatlán tuvo en el atacante Giovanni Augusto a un verdadero ariete. El brasileño marcó un golazo luego de aprovechar el resbalón de Segovia y la falta de llegada de Reyes.
Pero Puebla siguió insistiendo, sin apresurarse y a la vez pisando fuerte el área rival.
La postura de los dueños de casa tuvo su recompensa cuando en el envío de Tabó al área se suscitó la jugada del penalti marcado por el silbante Eduardo Galván.
En su desajustada salida el arquero Vikonis atizó con los puños a Amaury Escoto. Luego de consultar con el VAR el arquero fue expulsado.
Desde los 12 pasos Ormeño encaró al nuevo guardameta, Ricardo Gutiérrez y percutió hacia la derecha encajando así su octavo gol de la campaña.
En la parte complementaria el partido fue un monólogo poblano con llegadas constantes al área de Mazatlán que se atuvo solo a lo que Augusto hacía con su velocidad.
Y es que el jugar con 10 elementos pesó mucho a los visitantes quienes paulatinamente se fueron debilitando hasta aceptar dos tantos más.
Al 64, Salvador Reyes se abrió paso y, desde fuera del área, sacó un violento zapatazo que entró a la portería cerca del ángulo. Era el 2-1.
Mientras que Mazatlán jugaba noqueado llegó el 3-1 con el tanto de Maximiliano Araujo. El uruguayo prendió de volea un rebote y, entre un mar de piernas, el balón se coló al arco. Ormeño, muy listo, abrió las piernas para dejar pasar el esférico.
El resto del juego tuvo la sensación de un cuarto gol poblano, pero Mazatlán se salvó de milagro.