Es Nicolás Ignacio Castillo Mora. A días de haber recibido la alta médica compartió parte de su entrenamiento a través de video, pero no quiere ver a nadie, al menos por el momento.
La actitud cerrada del jugador chileno, campeón con su país en la Copa América 2016, es entendible.
La ruptura de ligamentos, primero y luego la trombosis, lo puso en estado delicado.
El andino agradece a Dios por la posibilidad de volver a la actividad, de gozar de la compañía de sus seres queridos quienes estuvieron con él en su estadía hospitalaria. Y no lo dejan.
El video muestra el detrimento muscular en la pierna derecha del atacante del América. Le espera larga jornada de recuperación, pero eso es lo de menos. Empieza a sanar y quiere volver a las canchas.