El juramento deportivo que, cada viernes, después del entrenamiento, realizan los alumnos de la Escuela Delfines de Xalapa tiene un tinte tradicional. Se manifiestan el compromiso, la lealtad y obediencia a las reglas de juego, a la entrega y honestidad.
Al paso del tiempo esta forma de expresión se ha mantenido a pulso ejemplar, buscando elevar a plano superior las virtudes de los chicos. Se menciona el amor hacia Xalapa y se pide “la bendición de Dios para mamá y papá”.
Cada semana los niños van teniendo la oportunidad de dirigirse al alumnado. Se nota su nerviosismo normal, pero afrontan el desafío con decisión. Lo repiten de memoria y el grupo repite a viva voz, este convenio y promesa de esforzarse en ser mejores dentro y fuera de la cancha, de solidaridad con la extensa familia de Delfines.
Miguel Caballero, técnico que suma ya 23 años de labor en la entidad albinaranja, explico que decir el juramento deportivo es motivante para cada niño y deja honda huella de identidad y de hermandad.