La llegada de Cristian “Chicote” calderón al América produce una sensación preocupante. A simple vista es decepcionante su contratación luego de no ser figura en Chivas.
Y es que al América deben llegar jugadores en estado de gracia, con algo, aunque sean pequeñeces, pero que justifiquen ponerse el jersey azulcrema.
EL JESRSEY revela el número asignado al nuevo jugador águila quien firmó contrato por tres años.
Se está despreciando el mérito de los demás, de Reyes, por ejemplo, quien debió abrir la puerta y marcharse al Necaxa y de los canteranos que anhelan una oportunidad.
De Calderón no podemos decir nada bueno, aún. No es del calibre que requiere el armamento del actual monarca.
Tal vez no se había visto últimamente tanta distancia en la contratación de un jugador de Chivas al América. Los demás canjes han sido figuras o de otros con niveles no tan peores.
Otro factor es el vestuario, área en la que Calderón no se distingue por edificar, proponer, sino que levanta muros.
Al fin y al cabo el nuevo jugador crema buscará olvidar todas las miserias que envuelven a su anterior equipo.
Con sus tres años de contrato –condicionado a rendimiento y disciplina– querrá sanar el alma en las aguas de Coapa.
TRAS los exámenes físicos y clínicos el jugador quedó listo para formalizar contrato.
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