EL REGRESO DE “BABY” MALDONADO

Después de una batalla contra el tiempo y el cuerpo, Miguel Ángel “Baby” Maldonado regresó a su hábitat natural: la cancha.

El histórico entrenador de fútbol con bardas de la Universidad Veracruzana, símbolo de disciplina y pasión deportiva, volvió esta semana a dirigir a sus muchachos del programa AFEL, luego de una delicada intervención cardíaca que lo mantuvo fuera de actividad por varias semanas.

CON ALUMNOS del Área de Formacion de Elección Libre (AFEL), en su regreso al trabajo.

“Ya estuve en la cancha, con cuidado, reafirmando fundamentos”, contó con la serenidad de quien ha aprendido a medir los pasos sin perder el entusiasmo.

Su médico le dio luz verde para retomar su vida, con precaución y buena alimentación. Pero más allá de la indicación médica, lo que lo llevó de vuelta al campo fue la necesidad de sentirse útil, de seguir siendo parte de la historia que él mismo ayudó a escribir.

Porque hablar del “Baby” Maldonado es hablar de 43 años de entrega a la Universidad Veracruzana. Cuatro décadas de entrenamientos, selecciones, viajes, campeonatos y generaciones enteras de jóvenes que aprendieron que el deporte no se trata sólo de competir, sino de crecer.

Monarca nacional

LOS CAMPEONES nacionales universitarios, tras su regreso de Estados Unidos en abril de 1987. En esa ocasión enfrentarán a Pumas de la UNAM en un amistoso llevado a cabo en el Estadio Xalapeño.
DESPUÉS de 31 años de haber logrado el titulo nacional, en mayo de 2018, los campeones e invitados se reunieron para un amistoso en el Campus CAD .

Antes de incursionar en el futbol con bardas, Maldonado  llevó a la UV a obtener el título nacional  universitario en Hermosillo, Sonora (1987)  uno  de los grandes logros de la “Veracruzana”  en toda su historia.  

En ese mismo año, la UV  representó a México en el Mundial Universitario llevado a cabo en Las Cruces, Nuevo México, EU.

CUANDO la prensa tenía material de sobra con los logros de la UV.
EL CUERPO técnico de la UV en el Mundial Universitario, Miguel Ángel «Baby» Maldonado (centro), con los auxiliares Rafael Segovia y Raúl Martínez. La gráfica fue tomada en el aeropuerto de Houston, Texas.

Fue pionero en llevar al fútbol rápido universitario a lo más alto: medallas nacionales, finales, oro en Saltillo, plata en Monterrey, bronce en Xalapa. Su legado no se mide sólo en resultados, sino en valores. En la constancia, la exigencia y el respeto que marcó en cada grupo que formó.

ESTA FOTOGRAFÍA es de 2003, en Saltillo Coahuila, cuando la UV ganó la medalla de oro en futbol rápido de Universiada. Durante una escala en Monterrey, el equipo se encontró con Vicente Sánchez, entonces jugador del Toluca (2001-2007) y ahora director técnico.

Sino el mejor

En 2003 la UV tuvo a uno de sus mejores representativos de futbol rápido. Fue un cuadro plagado de jugadores de alto nivel que ganó la presea de oro en la Universiada de Saltillo, Coahuila, de ese año. Jugadores como Arturo Morales y Horacio Reyes figuraron posteriormente en el profesionalismo. Carlos Alberto Castillo, una de sus principales figuras, ahora es el gerente del Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte  de la Universidad Veracruzana.

Hoy, más tranquilo, reconoce que ha bajado el ritmo. “Voy a ser más moderado —dice—, antes vivía muy apresurado, de mañana a noche, sin descanso. Ahora disfruto cada entrenamiento, cada charla con los jóvenes”.

EN LA primera Universiada Nacional, año 1997, en Monterrey, NL. La UV se tomó la foto con el conjunto «La Raza», de esa ciudad , donde jugaba el ex americanista «Zizinho», padre de Giovanni y Jonathan dos Santos. En el torneo universitario Halcones fue medallista.

Aun así, su pasión no descansa. Habla de los nuevos entrenadores, del cambio generacional que vive el deporte universitario. Lo hace sin crítica, pero con la claridad de quien ha visto pasar generaciones.

“Hace falta vivirlo. No sólo estudiar o certificarse. Hay que haber sentido la competencia, el esfuerzo, la derrota. Para formar ganadores, primero hay que haber sido parte del juego”.

LA UV fue sede de la Universiada 2001 y el equipo de futbol rápido obtuvo la presea de bronce. Nótese el entradón el la grada la cancha enclavada en el Campus CAD.

En su voz se nota el orgullo de pertenecer a una época dorada de entrenadores universitarios, aquellos que llevaron el escudo de la UV a los podios nacionales. Hoy, lamenta que muchas universidades rebasen a la veracruzana en resultados, pero mantiene la fe: “Tenemos potencial humano tremendo, sólo falta creer de nuevo y trabajar con pasión”.

Y mientras el balón vuelve a rodar bajo su mirada, el “Baby” sonríe. Vuelve a dirigir, vuelve a enseñar, vuelve a vivir. Con el mismo corazón, aunque ahora reforzado.

MEDALLA de plata en la Universiada de Mexicali, en 2002.

Porque hay hombres que nacieron para estar en una cancha. Y Miguel Ángel “Baby” Maldonado es uno de ellos: un entrenador que no sólo sobrevivió a una operación, sino que demostró que la pasión también puede sanar la vida.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*