Sin goles concluyó la final de ida del Clausura 2023 de la Liga MX entre Tigres y Chivas, este jueves en el “Volcán” Universitario que lució con grada a reventar.
El encuentro distó de ser brillante. Más bien fue desgastante, sin ánimo de agradar a la grada.
Fue un choque de jugar a no perder, aunque Tigres se soltó en los minutos finales para meter en saco a un Rebaño sin pegada.
La solución a la ecuación Tigras-Chivas será en la vuelta, cuando el Akron sea testigo del espesor de un equipo rojiblanco que no se esmeró como ante América, cuya eliminación parece ser su trofeo convincente.
Tigres tuvo más la posesión del esférico, pero sin claridad ni profundidad para generar peligro en el arco de Miguel Jiménez.
Chivas se esmeró en su parado defensivo. Cerró espacios, para luego soltarse y buscar llegar al área de Nahuel.
Lo más peligroso de los locales surgió de los botines de Antonio Briseño. La pelota se estrelló en el larguero; el rebote le quedó a Gignac, quien falló como novato.
Por Chivas, Brizuela desperdició un regalo de Fernando Gorriarán, quien se equivocó en la salida y cedió el balón para el ‘Conejo’ que disparó con potencia, pero sin tino.
El juego siguió como un cliché en el complemento. Tigres mantuvo la iniciativa y Chivas se atrincheró. Siempre mostró deseos supeditados a lo que el rival le permitía.
Luego fueron Vigón y Carioca, este último con un potente remate de aire que pasó cerca del arco. De ahí la ilusión de unos y otros se estrelló en fallas frente a la portería.
Podría decirse que Chivas salió con cierta ventaja, pero el futbol siempre azaroso aún no da su veredicto. Y si chivas dio el “Aztecazo” ante América, Tigres bien puede dar el “Akronazo” en la final de vuelta. A esperar.
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