El trabuco de Protección Civil volvió a hacer historia. Con el corazón por delante y ese espíritu combativo que los ha distinguido en cada edición, conquistaron su tercera estrella en los Torneos Interdependencias organizados por la Dirección de Cultura Física del Ayuntamiento de Xalapa. Una hazaña deportiva… pero también un reflejo del trabajo silencioso, constante y comprometido de quienes hacen posible estos espacios.
Porque detrás de cada gol, cada voltereta y cada trofeo levantado, hay una visión.
Y esa visión, durante los últimos años, ha tenido nombre propio, Roberto Blanco Carrillo, el “Cacala”, coordinador de los torneos de futbol y uno de los pilares de la activación física municipal.
Mientras Xalapa se prepara para el relevo administrativo que encabezará Gabriela Griego, y a la espera de que se definan las nuevas líneas de impulso al deporte, vale la pena mirar hacia atrás para reconocer lo que se construyó, una comunidad activa, espacios seguros para competir, convivencia sana entre dependencias y torneos que crecieron en organización, participación y calidad.
Torneo que simboliza mucho más
El tercer título de Protección Civil llegó en el Torneo Relámpago de Futbol 7, realizado en la cancha del Campus para la Cultura, el Arte y el Deporte de la Universidad Veracruzana. Una final vibrante. Alumbrado Público golpeó primero, pero Protección Civil respondió con la jerarquía de un equipo acostumbrado a los momentos grandes.
Los goles de Oswaldo Prieto y Alejandro Hernández firmaron la remontada. Pero el resto lo puso la atmósfera, familias alentando, compañerismo entre dependencias y un ambiente que recordaba para qué sirven realmente estos torneos: para unir, para despejarse, para sentirse parte de algo.
Una temporada enorme para Protección Civil… y un cierre simbólico para una coordinación que trabajó con orden, cercanía y compromiso.
Coordinador que sí entiende la comunidad
Tras el silbatazo final vino la premiación. Roberto “Cacala” Blanco Carrillo hizo uso de la voz. No fue un discurso técnico ni distante; fue un mensaje cercano, agradecido, emotivo. Habló del esfuerzo de cada equipo, del respeto en la cancha, de la importancia de mantener viva la cultura física en las instituciones públicas.
Su labor ha sido precisamente esa, darle sentido humano al deporte, convertir los torneos en espacios de convivencia donde la competencia sana refuerce los valores del servicio público.
En tiempos donde la administración municipal cambia y se renuevan los proyectos, el legado de quienes han coordinado estos torneos permanece. Porque organizar futbol no es solo programar partidos, es construir tejido social, ofrecer alternativas recreativas y recordarle a cada trabajador que el deporte también es bienestar.
La jornada cerró con la entrega del trofeo por parte del invitado especial Jesús Serrato y la tradicional foto con los equipos. Un cierre sencillo, deportivo, comunitario… justo como han sido estos torneos.
Un cierre con promesa
Por ahora no habrá más actividad futbolera hasta que la nueva administración tome las riendas. Pero si algo dejó claro esta temporada es que cuando la coordinación se hace con pasión y sentido comunitario, el deporte florece.
Y Xalapa, una ciudad que late entre canchas, barrios y jugadores, merece que esa llama siga encendida.
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