MARADONA, EL INTOCABLE

Ahí está Diego, el soberbio, el intocable,  el que arrastra una historia nada deseable.

Lo contrataron para  dizque ascender a Dorados. En este asunto lo cierto es inentendible.  

Maradona se da sus aires de divo. No sobreviviría lejos del bullicio, de las cámaras y de crear polémica. Es un  técnico que está clasificado entre los 30 mil mejores del continente Americano. Nada de qué alardear, nada de qué sentirse orgulloso. Decir que es mediocre es un elogio.

Vive de las rentas que dejó su buen manejo del balón cuando era el mejor en ello, sin químicos en la sangre, me parece.

Este tipo de seres no pierden la oportunidad de marcar diferencias. Se nutren de  los que yo llamo “cándidos del futbol” como el que, equivocadamente, quiso sacarse una fotografía  con él.

En otras escenas aparece muy amable con la gente, pero  es un saco que no le queda.

Lamentable por Dorados,  entidad que ha apostado por lo mediático más que por lo deportivo.

Traen a un tipo  que sólo viene a aumentar la ya de por sí extranjerizada forma que ha adoptado el futbol mexicano.

¡Lamentable!