EJEMPLO DE RESILIENCIA

Hablar del  equipo Netza (antes Netza Fénix) que participa  en el Torneo Premier de la Fundación UV  es  citar a uno de los ejemplos de resiliencia más notorios  del  futbol para mayores.

En sus dos primeros  torneos  no conoce la victoria y ha cargado con abultados marcadores   que, a la suma, ya rebasan  el centenar de goles.

¿Qué es la resiliencia?

Es la capacidad de sobrellevar situaciones difíciles, adversas o inesperadas, y de adaptarse bien a ellas. Es un proceso dinámico que permite a las personas seguir adelante, tanto física como psicológicamente, incluso cuando sienten ira, sufrimiento y dolor.

  Y entre tanta tribulación surge  el brillo del optimismo,  del deseo de seguir jugando por el gusto de hacerlo, de reconocer que las edades de los tiempos ya no son aquellas   que perseguían la fama y  el triunfo  como principales  objetivos.

Ahora se trata de mantener el cuerpo  activo, de disfrutar hacerlo y de prolongar  el bienestar físico a través  de un deporte  que a lo largo del camino se convirtió en formativo y   que  ha dejado enseñanza  evidente   de ello hasta hoy.

Siempre se aprende en un partido de futbol, en la toma de decisiones,  al patear para acá o para allá, al elegir al compañero mejor colocado o a sacar la pelota del campo  cuando  se está  en riesgo de meter en problemas el equipo.

En un juego  se aprende a tener paciencia y tolerancia, a sobreponerse al error propio y al del compañero. Hay que ejercitar la humildad  y ofrecer disculpas  luego del insulto o las abruptas palabras  ásperas al aliado   que  falló la más clara,  al que erró el último pase, al que no apretó la marca en la jugada donde se generó el  gol en contra. 

Se aprende o se debió haber aprendido, a no ser gandaya y golpear colmilludamente el compañero de recreación. Se aprende a entender que el haber jugado profesionalmente no te da  un carnet que te permita clasificar  y preferir a cierto núcleo de amigos sobre el terreno de juego. Te enseña a hacer equipo e, incluso, hasta hacer la tarea que  no pudo realizarse porque el gordo fue muy lento o el flaco muy débil para hacer la cobertura o recorrido preciso.

 Un juego de futbol te enseña  que  alguna vez tuviste la capacidad  de  aprender de los mejores,  de convivir con ellos y que ahora te toca  “perdonar” los errores técnicos o físicos de otros como alguna vez — o hasta hoy— te los han perdonado.

Te enseña a que el estar  la banca puede ser el mejor lugar  para meditar, para reflexionar, de evitar lesiones si no estás bien preparado y que al  levantarte  para entrar de cambio lo debes hacer  con prudencia  y orden.

La banca puede ser tu mejor aliada en momentos de incertidumbre, de desafío, pero siempre te dará la mejor de las confianzas para entrar al terreno de juego y seguir siendo partícipe.

El futbol te enseña a que   existe un elemento  que hace «ruido diferente». Generalmente viste de negro, pero en estos tiempos modernos ha aceptado  la “primavera” con coloridos  tonos. Ese personaje  tiene en su mente las 17 reglas de juego.

Hay que soportarlo, en repetidas ocasiones, pero hay otros a los que refutarle su criterio está “fuera de juego” porque, en la mayoría de sus decisiones, la razón les asiste .

Vaya nuestro reconocimiento para Netza, el equipo de todos los “dolores  del balón”, pero que,  a través de decisión y carácter ,  se ha vuelto el primero en ser fuerte mentalmente, a estar dispuesto a mantener en alto la espada  ante el más pintado  del torneo.

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