
Hubo goles que no debieron existir en la derrota de Atlante Xalapa 2-4 ante Atlante Chalco en la cancha del EFIX.
Lo cierto es que Xalapa fue superado por un equipo más hecho, con más “bigote y patilla”.

Todos los jugadores del cuadro local recibieron la oportunidad de mostrarse. Se hicieron mejor las cosas en el complemento cuando el orgullo de Coacoatzintla, Alberto Torres, marcó doblete.

Para entonces ya tenía cuatro tantos encima con los aciertos de Juan Castillo, Aldo Martínez, Jaziel Carmona y Diego Armando.
Mientras tanto Chalco hizo un partido imperante. Lo fue hasta que Xalapa se aplicó en un par de factores determinantes. El primero fue el evitar errores de primaria en la parte baja.

Luego cada quien agarró su papel. Fue entonces que sobresalieron algunas figuras que desde ya levantan la mano para ser titulares.
El resultado dice poco y mucho. Hay que seguir insistiendo en la concentración, la dinámica, el no querer lanzarse con todo al frente como si fuera el último minuto de la final de un mundial.

Atlante Xalapa descobijó algunas zonas. No fue compacto. Las líneas quedaron muy abiertas. No contuvo las ansias de querer ser protagonista. Quiso atacar, pero con poca idea, lo que finalmente le costó la derrota.
Sin embargo mostró intensidad. Compitió. Intentó tener la pelota. Es aguerrido. Buscó finalizar las jugadas. Lo hizo con más atingencia en la segunda mitad.

Estas virtudes, más el genio y la rabia, se necesitan para llegar a algo en esta, la mínima división. Debe saber que llegó hora de dejar pasar la fantasía y ser determinante en trascender.

Pero no todo fue tizne. También mostró cosas interesantes que se deben resaltar, pero debe haber mejoras después de este “test”.

Las debe mostrar este sábado cuando a las 11 horas reciba ene l EFIX al Córdoba FC, equipo que estará en el mismo grupo (G-3) y que es dirigido por José Luis González China.

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