
París volvió a vestirse de gala para recibir la ceremonia que cada año hace soñar al planeta futbol. El Théâtre du Châtelet fue escenario de emociones, homenajes y nombres que quedarán grabados en la historia.
Allí, tras meses de debates, quinielas y polémicas, Ousmane Dembélé levantó el trofeo más codiciado: el Balón de Oro 2025.

El atacante del PSG, a sus 28 años, recogió el premio de manos de Ronaldinho, nada menos que el ídolo que inspiró a toda una generación.
Nervioso, conmovido y sonriente, el francés apenas pudo articular palabras: “Es excepcional lo que me acaba de pasar. No tengo palabras. Ha sido una temporada increíble con el PSG. Llevarme este trofeo y que me lo entregue Ronaldinho es algo espectacular. Estoy muy orgulloso”.

Con este reconocimiento, Dembélé se convirtió en el sexto francés en lograr el galardón, sumando su nombre a la estirpe dorada de Kopa, Platini, Papin, Zidane y Benzema.
El triplete histórico del PSG con Luis Enrique como guía ha tenido en él a su pieza más desequilibrante, capaz de convertir las dudas en certezas y las expectativas en realidades.

Yamal se queda a las puertas
La gran alternativa fue el precoz Lamine Yamal, quien con apenas 18 años firmó una temporada de ensueño con el FC Barcelona. El joven español se llevó el Trofeo Kopa al mejor futbolista joven del año, pero deberá esperar para levantar el Balón de Oro absoluto, que parecía a su alcance.

El podio lo completó Vitinha, otro de los motores del PSG, mientras que nombres como Salah, Raphinha o Mbappé aparecieron en el Top-10.
Aitana, reina por tercera vez
En la categoría femenina, la noche tuvo una protagonista indiscutible: Aitana Bonmatí. La mediocampista del FC Barcelona volvió a levantar el Balón de Oro, su tercero consecutivo, consolidándose como referente indiscutible del futbol mundial. “Gracias a toda la gente que rema cada día para que yo sea mejor jugadora. Siempre digo que somos más que futbolistas, tenemos que inspirar a las nuevas generaciones”, expresó con emoción.

La española encabezó un podio con acento ibérico, acompañada por Mariona Caldentey, campeona de Champions con el Arsenal, y la inglesa Alessia Russo.
Otros premios.. y contrastes
La gala también dejó momentos de humanidad y reflexión. La Fundación Xana, creada por Luis Enrique en honor a su hija, recibió el Trofeo Sócrates por su labor solidaria. Hubo también un sentido homenaje a Diogo Jota, fallecido trágicamente en julio, que tiñó la ceremonia de nostalgia y silencio respetuoso.
El mejor equipo
En lo deportivo, el PSG fue elegido mejor equipo de la temporada tras su triplete, mientras que el Arsenal femenino se llevó el mismo galardón en su categoría. En los arcos, Hannah Hampton y Gianluigi Donnarumma fueron reconocidos como los mejores porteros del año, mientras que los premios de goleo quedaron en manos de Ewa Pajor y Viktor Gyökeres.

Y mientras
Curiosamente, mientras París vibraba con el brillo del oro, el PSG caía en Marsella frente al Olympique en el clásico francés (1-0). Una paradoja futbolística que dejó claro que la gloria nunca se entrega sin sacrificios.
Una noche para la eternidad
Entre luces, emociones y discursos, París volvió a confirmar que el Balón de Oro es mucho más que un premio individual: es la fotografía de una temporada inolvidable. Dembélé y Aitana brillaron con luz propia, como nuevos símbolos de una generación que sigue escribiendo capítulos dorados.
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