Al menos hay un par de situaciones rescatables del juego sostenido entre Chileros de Xalapa y Talentos AKD de Coatepec, que la plantilla de César Vázquez de la Torre sigue mostrando variabilidad y calidad en sus nuevas piezas y que el equipo a cargo de Marlon “Perucci” Navarro son realmente talentosos.
Las conclusiones del juego podrían variar y ser un tanto imprecisas porque en una cancha como la del Quirasco, poco futbol se puede ver y sí mucha voluntad de querer hacer bien las cosas por parte de los protagonistas.
Talentos mostró eso, mucha fuerza, llegada y lealtad al juego. Llegó tres veces con peligro al marco del arquero chilero Rafael Poceros. En una de esas el balón se estrelló en el metal.
Parecía que las tres jugadas de peligro generadas por los juveniles (17 años y menores) eran por causa de la desatención de la zaga naranja, pero lo visto en el partido desacredita lo anterior y le da un plus de credibilidad al trabajo formativo del proyecto estructurado por “Perucci”.
Aunque las jugadas de peligro fueron de los coatepecanos, Chileros tomó ventaja en la primera parte con los goles de Luis Morales y Gerardo Sánchez (penalti).
Luego apareció la lluvia como el invitado incómodo, al que no se le puede cerrar el paso. Azotó la cancha mientras los equipos aprovechaban el descanso.
Lo mejor del juego se veía venir en la parte complementaria. AKD empató con el par de goles a cargo de uno de sus mejores jugadores, Iván Durán. Y decimos uno de los mejores aunque mejor sería decir ‘uno de los más sobresalientes’, porque, en verdad, la plantilla está colmada de mucha sinergia de calidad en cada elemento, desde el más fuerte y alto, hasta el más menudo.
La pifias defensivas se incrementaron “gracias” a los pantanos que se formaron con la intensa lluvia.
Oscar Zamudio, Daniel Hernández y Jesús Pérez cerraron la cuenta para Chileros que registró la expulsión de Yadiel “Licenciado” Cruz en una jugada de las llamadas “50-50”, o sea la mitad por el mal estado de la cancha y la otra por el juego fuerte del chilero que propiciaron una entrada que el silbante vio de roja.